¡La depresión encoge el cerebro!
Increíble pero cierto. En aquellas personas con más episodios depresivos desde la adolescencia, el cerebro se les va reduciendo de tamaño!!
Un episodio de tristeza, frustración y pérdida durante más de un año, es diagnóstico de una depresión mayor, y hasta ahora no se sabía que afectara el cerebro de alguna forma. Pero después de estudiar más de 9000 personas con resonancias magnéticas, la conclusión es que el cerebro se hace más pequeño, se va encogiendo, cuantos más episodios depresivos tengas, sobre todo cuando se comienza desde niños o adolescentes.
Pero... ¿Qué parte del cerebro se encoge más?
Pues esto es particular también. La parte del cerebro que se encoge es aquella responsable de cargar nuestra memoria de nuevos recuerdos, la que se asocia a nuevas experiencias, llamada el hipocampo. Es como si no quisiéramos más que vivir en el pasado, y el presente no se forma, nuestra mente lo niega, tanto, que el hipocampo deja de funcionar y se encoge.
El cerebro en Medicina China
En medicina china, el cerebro es una entraña llamada curiosa. Se forma de la médula del riñón, y el riñón es la esencia de la vida. Venimos del mar, de la sal, y esa médula quiere vivir y disfrutar. Pero la sal, en exceso, seca: como hicieron los Romanos con Cartagena, después de destruirla, secaron la tierra con sal, para que no creciera nada.
Existe un remedio homeopático para esa tristeza infinita que llamamos depresión mayor. Es curioso, existe y viene precisamente del mar.
La sal, Natrum Muriaticum, la sal de cocina, es el remedio de esa tristeza que encoge el cerebro. El adolescente quiere vivir en sus penas, abandonos, separación de padres, o abusos vividos, no quiere vivir el presente.
¿Pero de dónde viene esa pena?
En medicina se llama depresión endógena, porque no se sabe su origen. Nosotros los homeópatas, vemos familias depresivas, abuelas tristes, siempre vestidas de negro, calladas, que han transmitido esa huella vibratoria a sus descendientes.
Como el mar, estas personas son insondables, no hablan, les agrava el calor, el sol, la playa, el verano, y típicamente empeoran a las 10 de la mañana, cuando la energía va llegando al corazón (a las 11 am. Llega el CHI al corazón). Justo antes, entre las 10 y las 11 de la mañana, la depresión se agudiza. El niño Natrum Muriaticum es reservado, la maestra dice que no habla en clase, adelgaza, tarda en aprender a hablar y... ¡le gusta mucho la sal!
El lazo con el padre, el que lleva la luz celeste, no se forma adecuadamente y el niño no logra superar esa falta.
Con homeopatía, podemos ayudar la esencia del riñón. El cerebro no apagará su hipocampo (hipo significa caballo, por su forma), el caballito que te lleva a nuevas aventuras.
Puedes ver más información sobre este tema en el estudio "Subcortical brain alterations in major depressive disorder: findings from the ENIGMA Major Depressive Disorder working group. Molecular Psychiatry, 2015; DOI: 10.1038/mp.2015.69" aquí.