Tristeza prolongada: una nueva enfermedad mental
Ahora se llama sufrimiento complejo, si después de seis meses de perder a un ser querido, o un año, según otros psiquiatras, continuas sin poder recuperarte, sin hacer tu vida social y peor aun, añorando a esa persona amada.
Esta nueva patología que seguramente comenzará a imponerse, se distingue de la depresión, por eso tiene como punto de partida un duelo, la muerte de un ser querido.
¿Cómo se diagnostica? Pues si después de seis meses o un año (este es el límite propuesto por la Biblia de la psiquiatría, el DSM V), haces un test con preguntas como: “Pienso tanto en esa persona que me resulta difícil hacer las cosas que suelo hacer” y “Siento que la vida está vacía sin la persona fallecida”.
Las puntuaciones altas indicaban un sufrimiento complejo.
Pero... ¿Cómo es posible medir las emociones de una persona?
Después de los 65 años, lo normal es que la gente pase por esas penas repetidas, y también es normal que sientas penas muy profundas. Pero la única opción es que comiences con antidepresivos o psicoterapia.
Tratamiento del sufrimiento complejo
Si después de muchos años de una pérdida de un hijo, de tu pareja, de tus padres, aun los añoras y lloras, es muy probable que necesites una ayuda para poder liberar a ese ser que llenó tu vida y que aun permanece contigo. Nosotros conocemos la opción de llenar ese espacio vacío con vibraciones de esperanza. Es como lo hacemos en homeopatía y acupuntura.
Kali Sulfuricum es el medicamento que ayuda a una pareja (generalmente es una mujer, los hombres la cascamos antes...) que, durante mucho tiempo, sin queja alguna, llevó su deber (es el Kali, el potasio, representa el deber, lo que nosotros no podemos dejar de hacer ) en cuidar de su marido (Sulfuricum). En homeopatía, el sulfuro, el azufre, representa la pareja, el amor de pareja y puede tener muchos matices. Kali Sulfuricum le ayuda a reencontrar su vía, cualquiera que sea, no solo aquella aceptada socialmente.
Tiang Wang Bu Xing Tang, o fórmula para restaurar el cielo, es una antigua decocción de hierbas, que lo médicos taoístas estudiaron para nutrir el Yin y tonificar el corazón. Su indicación más común es para mejorar el sueño, pero también, como su nombre lo indica, te devuelve a tu conexión celeste. Y se usa desde hace siglos para esa nostalgia de una pérdida de un ser querido. Para que le permitas seguir su camino y entiendas que volveréis a estar juntos. Pero, de ninguna manera puede ser una enfermedad mental una emoción tan humana, que viene desde el neolítico, donde ya se quería y se despedía con afecto a los seres queridos.
Puedes leer más sobre el tema en: A Grief So Deep It Won’t Die (inglés).