¿Quieres estar guapa de verdad?
Invertimos como mujeres y cada vez más los hombres, una cantidad importante de dinero en nuestra aspecto exterior.
Cuando tenemos un acontecimiento importante aumentamos nuestros esfuerzos en tiempo y en dinero para estar más guapas. En ocasiones nos hemos puesto súper guapas, pero nuestros ojos reflejan tristeza, preocupación, temor, ira, ansiedad...
De siempre hemos escuchado el famoso refrán de "la cara es el espejo del alma", pero en algún momento ¿nos hemos puesto a reflexionar sobre ello? Quizás en algún momento sí, pero no precisamente cuando queremos estar guapas o guapos de verdad.
Las personas nos gustan y nos caen bien en un primer momento porque son amables, alegres, simpáticas, divertidas, nos hacen elogios, nos resaltan algún valor o aspecto positivo de nuestra personalidad o de nuestro hacer.
¿Cuánto tiempo dedicamos a ser amables y alegres? ¿Cuánto tiempo dedicamos a fijarnos en las otras personas y a valorarlas? ¿Nos planteamos que tendríamos que hacer algo con esa tristeza o ansiedad que nos acompaña desde hace demasiado tiempo ya? ¿Te has planteado que no quieres sentir esa rabia acumulada que ya ni te acuerdas ni sabes desde cuándo o cómo se instaló en ti, que puedes hacer algo con ella para que no se vuelva contra ti?
En definitiva, ¿quieres que tu alma empiece a brillar y que esa luz se vea reflejada en tu cara y en tus ojos?
Conocernos de verdad
El desarrollo y crecimiento personal es imprescindible para tener luz propia. Tenemos que empezar a perder el miedo de conocernos de verdad, conocer nuestra esencia y nuestra identidad, para desde ahí poder crecer y convertirnos en nuestra mejor versión.
Para ello, tenemos que afrontar el miedo de reconocer cuando nos equivocamos y considerar ese error una oportunidad de aprendizaje y no un fracaso personal. Esto es imprescindible para dejar de sentir esa culpabilidad que parece que forma parte de nosotras, que parece un apéndice mas de nuestro cuerpo y de nuestro ser. Aprender a querernos tal cual es el mejor truco de belleza.
Tenemos también que aprende a sentir y a regular nuestras emociones. Tenemos que permitirnos sentir todas y cada una de las emociones, incluida el miedo y la rabia. Sentirlas pero no que sean quienes nos arrastren hacia comportamientos que no nos convienen o nos paralicen en aquellos que sí nos convienen. Es muy importante aprender a regularlas y a gestionarlas, que no lleven ellas las riendas de nuestra vida. Curiosamente eso no nos lo han enseñado nunca y es imprescindible para sentirnos guapa.
Y es que cuando te sientes bien... ¡qué bien te sientes! Y lo que también es muy importante ¡qué guapa te ves!