Tendencias mentales
Cuando observas tu mente, te das cuenta de que produce sin ninguna instrucción.
Efectivamente por las mañanas al levantarte, así como el resto de tus órganos funcionan sin instrucción ninguna, si te fijas, tienes a mano ideas, alguna inquietud o alegría del momento, proyectos, sensaciones. Solo tienes que prestar un poco de atención, como cuando nosotros hacemos cursos de reiki en Barcelona, o meditación, y siempre lo constatamos.
Aún en los momentos más calmos, hay producciones en tu mente. Muchos son ruido, simples reproducciones de lo que se ve, o se recuerda, o lo que se sabe hay que hacer, impresiones sensoriales inmediatas.
Las tendencias
La diferencia entre un estado de relajación y el ordinario, es la frecuencia de pensamientos, es decir, el número de producciones en la misma unidad de tiempo. Pero si estudias un poco más lo que ocurre, te apercibes que hay ideas, recuerdos, emociones, que son repetitivas. Es como el eslogan de una campaña publicitaria. Pero es por mucho tiempo, una campaña a largo plazo.
Esas repeticiones, son llamadas tendencias. Son, tal cual, las tendencias de tu mente, aquello a lo que se aferra con mayor pasión, sea constructiva o destructiva.
La tendencia está ceñida a tu experiencia y a la parte de la mente que has heredado, en forma de instinto, tendencia a la negatividad, etc.
Al conjunto de experiencias, que vienen del ambiente y también individualmente, de la historia de tus refuerzos o castigos, de aquello que fue favorable o no, de la educación y ambiente socioeconómico, y la parte instintual de la mente, en oriente se le llama "alimento de la mente" y en occidente "historia personal". Y su consecuencia es, intentando servirnos bien usando su memoria, una mente que repite y repite, aferrándose al alimento que se le ha dado importancia, y generando la tendencia.
Los temas recurrente de tu vida, aquello que observas a menudo, lo que piensas frecuentemente o lo que te alegra o inquieta sin que hagas nada, sin haber pedido nada absolutamente a tu mente, tiene esa procedencia y le puedes llamar tendencia.
La importancia de conocer nuestras tendencias
El estudio de esa tendencia de la mente forma parte de la evolución profunda y crecimiento de cualquier persona, no solo por el conocimiento de uno mismo, sino para tomar decisiones en meditación o a través de otros medios, sobre si realmente uno desea seguir aferrado o no a ellas.
Ese proceso decisorio ataca una de las constataciones más relevantes en los miles de años que el hombre estudia la mente, y es poder cambiar, primero el aferramiento en sí (ahora llamado apega pero muy confundido, por lo que es mejor hablar de aferramiento), de manera que nada logre capturar nuestra atención si no lo deseamos, y la segunda conocer nuestra propia mente y los temas que más nos ocupan y además dejarlos pasar de igual manera, aunque al haberlos detectado podemos trabajarlos de otro modo.