Magia entre dos seres
¿Crees que hay relaciones que son difícilmente clasificables? ¿Es magia, es energía?
Alguien me contó hace años que, de muy joven, se sentía atraído y admirado por una mujer. El que hablaba era un hombre ya maduro.
Es muy corriente. De este tipo de sensaciones, vivencias se nutre nuestro amor muchas veces y, más en una fuerza de fondo, la propia especie se vale para perdurarse. Es, o lo parece, una historia que es común, al tiempo que hermosa. Sin embargo, no es esta parte común que comparto.
Mi interlocutor, dicho de paso, despertando mi interés, me indicó que aunque en un momento dado, los dos manifestaron esa atracción, sus circunstancias personales, les habían alejado. Incluyó en esas circunstancias la dificultad de la pareja para elaborar la relación. Jugaron en ese alejamiento varios factores, algunos como enfermedades muy cercanas a ellos, de complicada solución.
Años después tuvieron varios reencuentros. La primera impresión de mi interlocutor fue que ella había cambiado físicamente, y no a mejor. En particular una pequeña dolencia adelgazó a su amiga y esto no era de su agrado. Y la siguió viendo. Los dos parecían disfrutar de sus charlas, que además incluía profesión común y que quedaba enriquecida por la misma. Hasta que el chico empezó a alejarse de nuevo, triste por circunstancias familiares, sin ánimo de conversación, y decepcionado en general por la conducta de sus amigos.
Sin embargo ella, no sin dificultades de agenda de ambos, insistió y favoreció algún encuentro más. Y en ese punto es que me comunica lo que está ocurriendo: De una parte, su tristeza disminuye. Por otra, encuentra, sin saberlo después de tantos años, que los dos han sido desheredados por sus padres, los dos han recibido maltratos infantiles, y así poco a poco descubre otros puntos importantes en común, que por primera vez se explican y detallan, además estableciendo paralelismos.
No hay intención de vivir a su amiga como mujer, desapareció esa parte y cree que en ella también, pero se da cuenta que, perdura algo ¿mágico?, ¿sólo amistad íntima?, ¿energía?, que les une. Y no solo les une, sino que les cura solo por el hecho de compartir. Ambos se admiran, y por fin han podido ser quienes son, y disfrutarlo.
Quizás son almas gemelas, o del mismo grupo de almas que han venido a experimentar tendencias en su vida muy similares. Quizás por eso de jovencitos se miraban tanto... aunque no hayan constituido pareja, puede que lo sean de otro modo que nos cuesta adivinar.