El círculo vicioso del Síndrome Subacromial
Como mucho de vosotros sabréis, la sintomatología del Síndrome Subacromial, o también conocido como Hombro doloroso, se manifiesta por un dolor que se va intensificando gradualmente y en tiempos irregulares en canal situado debajo del acromion de la escápula. Es por este motivo por el que recibe su nombre tan descriptivo.
Analicemos un poco lo que sucede con este síndrome y porque me gusta considerarlo como un círculo vicioso.
Pensemos que el origen del síndrome ha tenido como origen una tendinitis del supraespinoso, sin entrar en el motivo que originó esta tendinitis.
La inflamación sufrida por el tendón del supraespinoso a su paso por el canal situado por debajo del acromion produce un estrechamiento del canal que a su vez produce una inflamación de las bursas, que a su vez su ve inflaman el tendón que a su vez estrecha el canal... y así sucesivamente.
Para detener este círculo vicioso solo tenemos una manera de conseguirlo. El hecho de que tengamos una sola manera no quiere decir que no dispongamos de diversas técnicas para llegar a tal fin.
El único modo posible de conseguir que este círculo se detenga es abrir ligeramente el canal, disminuir la presión y por lo tanto la irritación del tendón. De este modo conseguiremos un círculo inverso contrario. Cuando más se desinflame el tendón, mayor espacio tendremos en el canal y al igual que antes, conseguiremos un círculo vicioso en este caso positivo que nos ayudará a recuperarnos de nuestra lesión.
Desde el punto de vista osteopático, es mucho lo que se puede conseguir. Para conseguir una apertura del canal se puede favorecer mediante una rotación externa de la clavícula y un descenso de la cabeza del húmero, siempre dentro de los límites fisiológicos, sin llevar a los niveles patológicos.
Estas manipulaciones pueden conseguir que el canal quede ligeramente abierto y pueda permitir al tendón disminuir su irritación por roce y presión dentro del canal.
Posteriormente, si estas manipulaciones han tenido resultado, se debe tener muy claro el origen del problema que provocó la tendinitis del supraespinoso para poder realizar un abordaje mucho más amplio.
Frente a esto, lo más importante que debemos tener en cuenta es cuanto antes encontremos el problema, antes podremos ponerle solución. Pensaréis que esto es normal, que sucede con cualquier tipo de lesión; y es cierto, pero con las lesiones de este tipo que yo denomino de círculo vicioso, la importancia de la anticipación es vital. Evitaremos que la lesión vaya a peor y que pueda terminar en una rotura del tendón del supraespinoso.
Por lo tanto, ¡anticipación y pronta respuesta! Esta es la clave para trabajar el Síndrome Subacromial.