¿Por qué tienes hambre cuando no deberías?
Nos pensamos que para adelgazar solo hace falta fuerza de voluntad y aguantar si tenemos hambre a deshoras, pero no es cierto. Para adelgazar es necesario llevar una dieta saludable, sin pasar hambre, aprendiendo del proceso y hacerlo de forma gradual. Estar todo el día con hambre provoca que sintamos más necesidad de comer aquello que no nos beneficia.
Existen diferentes factores por los que tenemos hambre, por eso es importante conocer los motivos y aprender a detectarlos para llevar una alimentación adecuada.
Las 9 posibles razones por las que tienes hambre:
1. Duermes mal
Las hormonas que regulan el apetito se activan y desactivan mientras dormimos, y al dormir mal se descontrolan.
El no dormir bien aumenta los niveles de Grelina (hormona que aumenta el apetito) y disminuye la Leptina (hormona que regula la saciedad). Además nos sentiremos más cansados físicamente y mentalmente, y es cuando nuestro cuerpo demanda más energía y nos atraerá el tipo de alimento que menos conviene (azúcares refinados, carbohidratos simples...).
2. Eliges carbohidrato refinado para calmar tu apetito
Los carbohidratos refinados serían: bollería industrial, snacks de bolsa como los Doritos, pan refinado, etc. Y este tipo de alimentos no calman nuestro apetito, a los pocos minutos necesitaremos más.
Teniendo en cuenta también que estos son adictivos. Mejor elegir por ejemplo una fruta, un yogur con pipas de girasol peladas...
3. Comes deprisa
Nuestro metabolismo tarda 20 minutos en mandar la señal al cerebro de "saciados". Por lo tanto, si comes deprisa comerás más de lo que en realidad necesitas.
Comer despacio ayuda a detectar a tiempo la saciedad. Si al acabar de comer aún tienes hambre, espera unos 10-15 minutos, seguramente pasados esos minutos notarás que tu apetito se ha calmado.
4. Te saltas comidas
Saltarse cualquiera de las comidas principales hace que tu estómago esté vacío por más tiempo, esto segrega más Grelina hasta que sientes un hambre de devorar. Y cuando consigues comer, lo haces con ansia y acabas comiendo más de lo que hubieras comido si no te hubieras saltado la comida.
Empezar el día con un desayuno completo es la mejor forma de no pasar hambre durante la jornada.
5. Estas deshidratado/a
La región cerebral que regula el hambre, el hipotálamo, es la misma que regula la sed, y esto confunde. Por lo que cada vez que no entiendas porque tienes hambre (por ejemplo cuando has acabado de comer hace media hora), bebe agua. Es muy probable que desaparezca esa sensación.
6. Estás estresado/a
El estrés hace que aumente el apetito, y que además cojas lo primero que pilles a la boca. Cuando se está en este estado, el cuerpo segrega cortisol y adrenalina, dos hormonas que ponen al cuerpo en estado de alerta y como consecuencia piden más energía, y es cuando necesitas comer.
7. Comes poca proteína
Las proteínas pertenecen por más tiempo en nuestro estómago y provoca una sensación de saciedad, por lo tanto son los nutrientes que más calman el hambre, por ello deben estar presente en nuestros platos.
8. Necesitas comer más grasa saludable
Al igual que las proteínas, las grasas calman el apetito y nos dejan saciados por más tiempo. Para ello, elige grasas saludables como el aguacate, frutos secos, aceite de oliva...
9. No dejas de ver u oler comida constantemente
Ver u oler constantemente comida dispara nuestro apetito. Y si tenemos en cuenta que está de moda fotografiar la comida y compartirlo en redes sociales, entre ellas Instagram... es más difícil.