Conseguir objetivos con el coaching sistémico
El Coaching Sistémico permite observar cómo los individuos interactuamos y nos comportamos en sistemas con los que nos vinculamos. El individuo no es un elemento aislado en la sociedad, sino que, para satisfacer sus necesidades básicas y complejas, requiere relacionarse en diferentes ámbitos.
La sistémica estudia dichas conexiones que se dan para que el individuo forme sistemas. De hecho, un sistema es un conjunto de elementos que guardan una relación entre sí de modo que, si un elemento que caracteriza dicho sistema cambia o se mueve, el resto del sistema responderá a ese cambio, viéndose afectado dicho sistema y cambiando su esencia y probablemente toda su naturaleza.
El Coaching Sistémico se fundamenta en una serie de leyes empíricas que rigen el buen funcionamiento de los sistemas humanos. Son conocidas como las leyes sistémicas. Y cuando éstas se cumplen dentro de los sistemas favorecen el orden y la eficiencia de dichos sistemas haciéndoles crecer de manera armoniosa.
Estos sistemas pueden componer cualquier tipo de familia, entendiendo el término “familia” cualquier grupo de personas que tienen un objetivo en común, como por ejemplo un equipo de trabajo dentro de una empresa.
Las leyes sistémicas se fundamentan en los siguientes conceptos:
- El derecho de pertenencia a los sistemas (por ejemplo, la familia).
- La importancia y necesidad de la jerarquía para el orden dentro de la dinámica comportamental dentro de un sistema.
- La importancia del intercambio equilibrado entre los miembros de todo sistema.
- El reconocimiento y la aceptación como actitudes que favorecen el respeto por lo que existe dentro de ese sistema y actitudes que contribuyen al crecimiento adecuado de todo sistema.
Mediante el conocimiento de dichas leyes, el coach especializado en sistémica elabora preguntas que facilitan que su cliente pueda tomar las acciones necesarias para mejorar sus vínculos en los sistemas y acompaña sin juzgar a conseguir sus objetivos particulares.
La Visión Sistémica
El autor de la visión sistémica, Bert Hellinger, elaboró una teoría (la cual se demostró empíricamente posteriormente) que explica el comportamiento de las personas según los sistemas a los que pertenecen y las consecuencias de ello. Esta teoría se basa precisamente en las leyes sistémicas anteriormente descritas que tratan de generar un adecuado funcionamiento de los sistemas para que cumplan con sus respectivos objetivos. Mientras que en un sistema familiar el objetivo se halla en dar continuidad, valor y vida a las siguientes generaciones (se tengan hijos o no), en un sistema organizacional los objetivos son muy diversos.
En el ámbito personal, el coaching sistémico mezcla toda la potencia del coaching aplicando las leyes sistémicas, así como las configuraciones espaciales (constelaciones individuales).
Ventajas del coaching sistémico para las personas (particulares)
Las ventajas pueden ser diversas:
- Te permite abordar tus objetivos personales y profesionales de una manera mucho más precisa y más objetiva
- Te facilita la toma de decisiones ya que amplía la información disponible del objetivo que quieres conseguir
- Te ayuda a ser más consciente de tus emociones, de tus acciones, de tus sentimientos con lo que tu visión interna se amplifica
- Te facilita comprender qué te da equilibrio inconscientemente y en qué punto te encuentras en relación a un elemento externo (en relación a una persona, a un objetivo, a una situación determinada, etc.)
- Te abre un nuevo entendimiento a la dinámica inconsciente que rige tus relaciones
- Te permite tomar acción de una manera clara sobre situaciones bloqueantes
- Te da la oportunidad de reconciliarte con todo lo vivido hasta el momento para que puedas avanzar en tu vida con mayor equilibrio, paz interior y optimismo
¿Para qué personas está recomendado el coaching sistémico?
El coaching sistémico personal está enfocado a mejorar la interrelación de la persona con su entorno. En este entorno pueden existir factores, elementos, ámbitos, situaciones, obstáculos, otras personas con las que el individuo interactúa de una determinada manera. Ese vínculo que se establece para el intercambio de una necesidad puede estar afectando negativamente al individuo en el sistema que conforma con lo externo.
El coaching sistémico facilita una visión clara sobre la calidad de ese intercambio a través de dotar a la persona de una perspectiva consciente y empoderadora de las acciones que puede realizar para abordar la problemática tratada de la mejor manera posible.
Por tanto, el coaching sistémico está recomendado a personas que quieran realizar un ejercicio de empoderamiento personal en relación a las situaciones que viven y que pueden estar comprometiendo el conseguir sus objetivos. Dentro de ello, existen infinidad de objetivos de diferente naturaleza que las personas persiguen conscientemente o no.
¿En qué casos concretos se recomienda el coaching sistémico?
- Si tu objetivo es disponer de mayor energía y motivación para vivir más feliz
- Si sientes que te falta paz interior para estar con mayor plenitud en tu vida
- Si deseas mejorar tu relación con alguien en concreto
- Si crees que puedes hacer algo para derribar una serie de obstáculos
- Si estás preparado para trabajar ciertas emociones o creencias limitantes
El Coaching Sistémico en organizaciones
Encontrar sinergias positivas, mejorar la comunicación efectiva y establecer estrategias de crecimiento global resulta hoy en día imprescindible para el funcionamiento eficiente del sistema que conforman todos los departamentos de la empresa. Puesto que todos los departamentos están ligados de una u otra manera dentro de la organización, la visión estratégica de la generación de valor en la cadena productiva adquiere un carácter clave para la toma de decisiones.
El coaching sistémico aplicado al ámbito de las empresas permite observar comportamientos y dinámicas ocultas que bloquean el buen funcionamiento de los procesos en las empresas. En este sentido, el coaching sistémico es una herramienta que facilita la perspectiva de comportamientos, lealtades y vínculos que frenan la consecución de objetivos, obstaculizan las buenas relaciones y retrasan la velocidad a la que la empresa se expande a nivel económico.
Desde la metodología del coaching sistémico trabajamos para evidenciar la problemática que está asfixiando a la empresa y llegando a conclusiones por y para tomar decisiones prácticas, realistas e inmediatas para corregir los puntos a mejorar en las personas que integran el propio sistema.
¿Qué problemas tratar de resolver el Coaching Sistémico en organizaciones?
- Ayuda a definir de una manera clara, concisa y clara las necesidades de la empresa.
- Aumenta el interés en los valores y misión corporativa por parte de los empleados.
- La falta de una dirección y una estructura clara a la hora de organizar funciones en los respectivos puestos de trabajo
- La falta de una estrategia en el corto, medio y largo plazo que permita aumentar el número de clientes, el nivel de facturación o el ahorro de costes en los procesos de la empresa.
- Resolver el número y la intensidad de los conflictos organizativos (entre empleados, entre departamentos, etc.)
- Permite una mayor flexibilidad en la toma de decisiones
- La falta de coordinación y de compromiso de los integrantes de un equipo de trabajo para conseguir un determinado objetivo.
- Nos permite descubrir qué áreas de mejora y qué acciones pueden ayudar a un mejor rendimiento de los empleados.
- Fortalecer vínculos con los stakeholders (colaboradores, proveedores, etc.)
- Mejorar la imagen de marca y la fuerza de las actividades de marketing para conseguir más clientes o fortalecer los vínculos y las relaciones con los existentes.
- La desilusión, la desmotivación, el ‘burnout’ y la falta de acción de los empleados.
- Motivar la gestión del talento en cualquier ámbito y puesto en la empresa
- Ayuda a generar mayor cohesión de todo el sistema organizativo.
¿Para quién está recomendado el coaching sistémico para empresas?
Se recomienda que el coaching sistémico para organizaciones lo realicen directivos, personas con una responsabilidad y un cargo importante dentro de la organización.
La evidencia ha demostrado que, una vez focalizado el problema o el objetivo a abordar, la personas con mayor responsabilidad sobre dicho objetivo tienen más fuerza para ocasionar los cambios oportunos para que el proceso de coaching ayude a resolverlo.
Cuanto más es el poder de tomar decisiones de la persona que realiza el proceso de coaching sistémico, más rápidos y más duraderos serán los efectos derivados de éste.
Ventajas del coaching sistémico para empresas
Una de las grandes ventajas del coaching sistémico para organizaciones es la posibilidad de trabajar el problema que se quiere resolver “en oculto” o “de manera figurada”. Esto resulta tremendamente útil para las empresas que desean guardar la confidencialidad y la privacidad de sus objetivos, de sus empleados o de los problemas que residen en alguna parte de la empresa.
De esta forma, el proceso es igual de efectivo y el coach se mantiene totalmente aséptico a la naturaleza de la circunstancia a tratar. Así, el cliente (en este caso, la empresa) puede trabajar sobre dicho asunto de manera totalmente cómoda centrando toda su fuerza en resolver lo que le preocupa.
Por otra parte, el coaching sistémico es aplicado en las empresas para trabajar tanto de forma individual como en equipos de trabajo. En muchos casos, los equipos encuentran problemas a la hora de llegar a los objetivos propuestos por los líderes, pero no se dan cuenta de ellos o bien no son capaces de resolverlos por ellos mismos. Cuando el líder es conocedor de los conflictos que merman la eficacia de un equipo en relación a un objetivo puede tomar decisiones para tratar de solucionarlos. Sin embargo, es habitual que muchos de los conflictos en los equipos no sean explícitos. Es decir, que existan de manera profunda e inconsciente en el equipo. El coaching sistémico permite sacarlos a la luz para que puedan ser resueltos de una manera eficaz.
El coaching sistémico busca la mejor solución para todo el sistema por delante de las necesidades individuales. Ésta es una de las grandes ventajas de esta modalidad de coaching. Prevalece la mejora global, integral para todo el sistema en detrimento de los intereses personales. De esta manera, el sistema se vuelve más eficiente no priorizando las exigencias de cada individuo sino la buena marcha general de todo el mecanismo organizativo relacionado con el objetivo que se persigue.
Coaching sistémico y constelaciones organizacionales
El trabajo del coaching sistémico con los equipos y las constelaciones organizacionales facilita un mayor rendimiento a la hora de conseguir objetivos en las corporaciones. Por ello es una de las herramientas más en auge actualmente para analizar los problemas existentes en las empresas, así como para generar los cambios necesarios que permitan una alineación más adecuada a los objetivos.
Al final se busca identificar los puntos a mejorar para que dichos objetivos se conviertan en resultados tangibles gracias a la eficiencia que los procesos de cambio mediante el coaching sistémico garantizan.
El coaching sistémico prescinde de una visión limitante en la que el sistema se tiene que acoplar al individuo, sino que estudia la mejor manera de que todos los individuos del sistema se acoplen al objetivo que se pretende conseguir.
Esta globalidad a la hora de trabajar ocasiona cambios profundos también en cada individuo en relación a los objetivos. Al cambiar los objetivos, la naturaleza de los sistemas cambia, por tanto, el coaching sistémico es una herramienta que se acopla perfectamente para hacer eficientes los equipos dependiendo del objetivo a conquistar.
En un mundo donde la red, los vínculos, la interdependencia, las conexiones son cada vez más necesarias, el coaching sistémico nos ofrece una posibilidad de ampliar nuestras miras siendo más eficientes a la hora de relacionarnos con nuestros objetivos desde ese orden que inspira.