Etimología de palabras de la salud y el crecimiento personal - I

Fernando González de Zárate Alonso
21 Ene 2019 lectura de 11 minutos
Etimología de palabras de la salud y el crecimiento personal - I

El poder de las palabras como onda

En las conferencias de dos de mis actuales referentes, Borja Vilaseca y Mario Alonso Puig, tratan mucho la etimología de las palabras. Y cuantas más palabras desgranan etimológicamente, más consciente me hago de muchos matices... Más consciente me hago del poder de las palabras. Y es que tal como me enseñó mi maestro y formador en Terapia de Polaridad e Integración Somato-Energética, Jim Feil, las palabras son una onda. Tienen un gran poder. Contienen mucha más información que su simple suma de vocales y consonantes. De hecho, en Sesión, 1 palabra, sí, 1 sola palabra, expresada en el modo y tono adecuado, puede abrir la caja de pandora de las emociones y también puede abrirte a un amplio espectro de soluciones insospechadas hasta ese momento. Y lo sé porque lo he vivido en mí mismo, y porque he visto los cambios que se producían en mis compañeros y en mis clientes cuando estando en sesión y repitiendo una palabra, un nuevo marco de posibilidades se ha desplegado. Normalmente, precedidos por una fuerte emoción.

Así que, desde el profundo respeto que le tengo al poder de la palabra, comienzo a desgranar etimológicamente algunas de ellas. Comparto en el artículo de hoy algunas de mis favoritas, las que más me han resonado, las que más me han roto los esquemas (sólo por abrir boca, la palabra aburrir, según el biólogo y filósofo chileno Humberto Maturana, se compone de “ab”, que significa “ausencia o vacío” y “horrere” que significa “ponerse los pelos de punta” (horrorizarse). De este modo, aburrir(se) es el “miedo al vacío”. ¿Cómo te quedas? ¿Comprendes ahora que cuando te aburres es que tienes miedo a tu propio vacío?). Y también compartiré algunas que he investigado porque de una u otra manera pertenecen a este Mundo del Crecimiento Personal en el que vivo inmerso.

Comencemos.

Persona / personalidad

Persona proviene, como muchas otras, del Latín, y hace referencia a la máscara que se usaba por los personajes en el teatro. El latín a su vez la tomó del etrusco “phersu” y este del griego “prósopon”, que quiere decir máscara.

Así que ahora ya podemos reflexionar sobre nuestra Personalidad... es esa Máscara que nos ponemos en nuestra tierna infancia y que nos vale para defendernos en este circo romano en que vivimos, para gustar a unos y conseguir el beneplácito de otros, para que no nos dañen los leones que andan por ahí sueltos, para gustar al público y al emperador y así consigamos salvar el cuello... Y por eso, cuando vamos eliminando todas las capas de cebolla que componen nuestra Personalidad, queda nuestra Esencia. Nuestra delicada Esencia. Razón por la que tanto la protegemos... Por Miedo a que nos la dañen.

Esencia

Y es que la Esencia, derivada del vocablo latino essentia, hace referencia a la “naturaleza, cualidad fundamental, lo que hace que algo sea como es”. En este caso, la Sociedad, la Educación y nuestra Máscara hacen que que no seamos lo que somos. Por eso las Esencias se guardan con tanto mimo en frascos pequeños. Porque son muy caras y porque hay que protegerlas bien. A veces, tanto, que ni la encuentras... y entonces estás en el opuesto, en tu máscara... y cuando no te quitas la máscara, porque ni siquiera sabes que la llevas puesta, entonces no sabes que tú también tienes tu Esencia... Y si te pones a buscarla, normalmente te costará caro. Es decir, tendrás que esforzarte de lo lindo para encontrarla; romper con todo y con todos esos espectadores y actores que pululan por el gran teatro de tu Vida.

Psicología

Psicología: estudio o comprensión del almaComo muchísimas palabras, está compuesta de 2 raíces. En este caso, griegas; “psyché” y “logos”. “Psyché” significa “alma, mente, espíritu o actividad mental”. Por su parte, podemos traducir “logos” como “ciencia, estudio o tratado”.

Por lo tanto, Psicología vendría a ser, según su origen etimológico, “lo relativo al estudio o comprensión del alma” o “el estudio de la mente”.

Aparece un nuevo e interesante matiz... muchas personas piensan que ir al Psicólogo es sólo para quien tiene problemas Psicológicos... de la mente... Pero ahora vemos que la palabra Psicología va más allá, y, ¿quién no tiene deseos de comprender su alma? Yo, desde luego, me apunto...

Enfermedad y salud

Enfermedad proviene del latín “infirmitas”, y significa “falta de firmeza (y salud)”.

Por su parte, Salud es un vocablo latino cuya raíz es “salus”, “salutis”; “salud”, “salvación”, asociado al término romano salvus, “intacto, a salvo”.

Así que estás enfermo por falta de algo. Por falta de salud, porque no estás intacto, a salvo. Es interesante reflexionar sobre aquellas palabras que para definirlas tienes que hacer referencia a la falta de su opuesto. Porque para que haya falta de algo, tienen que darse ciertas condiciones. Y normalmente esas condiciones están en nuestra mano, podemos decidir sobre ellas. Pero se está tan bien en la zona de confort... Comiendo productos elaborados con su adictivo glutamato monosódico y su rico aceite de palma, tumbado en el sofá atontado con la tele o las redes sociales o cerrado en banda a cambiar “porque yo soy así. Y punto”.

Medicina

Proviene del latín “medicina”, que a su vez deriva del vocablo latino “medicare”, que se traduce como “curar”, “medicar”. Lo que automáticamente nos lleva, si queremos hacer una buena reflexión sobre esta palabra, a analizar la etimología de curar.

Curar

Proviene del latín “curare” que significa “cuidar, preocupar”. Así que un médico sería alguien que cura, es decir que nos cuida y se preocupa por nosotros. Para ello, además de conocimientos y empatía, hace falta tiempo, y lamentablemente en el sistema actual de salud no es posible cuidar a las personas como se merecen y necesitan. Pero sigamos tirando del hilo...

Cuidar

Aquí se rompen los esquemas del todo... porque Cuidar proviene del término latino “cogitare”, que significa “pensar”... ¿Se rompen los esquemas o comienza a coger sentido toda esta profundización sobre la Medicina?

Pensar

También es término latino, y proviene de “pensare” o “pendere”, que significa “colgar” o “pesar”. Hace relación a que cuando piensas, contrapones 2 (o más opción), y sopesas una y otra. Y te quedas con la que más “pese”.

Así que aquí parece que se clarifica la situación, y la medicina sería, según mi interpretación personal, “el arte de sopesar opciones para ofrecer al paciente la mejor solución para que se mejore”.

Dicho lo cual... ¿paciente o cliente? Uhm... Veamos.

Paciente

Proviene, nuevamente del latín. “Patiens” significa “sufriente, sufrido”. Y la Paciencia, del vocablo latino “patientia”, hace referencia a la “cualidad del que sufre”.

Cliente

Proviene del vocablo latino “cliens” que significa “protegido”. A mí, personalmente, no me gusta llamar pacientes a quienes acuden a mi consulta, porque el que “espera desespera”, y lo veo como un sujeto totalmente pasivo, que sufre y espera que otro resuelva sus males. Y, para mí, esto no es así. Quien necesita ayuda debe también aportar su compromiso a la causa.

Pero viendo que cliente significa “protegido”, tampoco me parece un vocablo adecuado para utilizar con las personas que acuden a mi consulta. Hace unos años Cliente no me gustaba porque lo relacionaba con un intercambio monetario (yo estudié LADE y trabajé en una multinacional). Y veía el dinero como algo “sucio”, como algo relacionado con la ambición, los negocios empresariales y sus muchas veces dudosas formas de actuar para amasar más y más. Eso lo superé, y llamaba clientes a mis pacientes.

Pero al analizar la etimología, como no me gusta proteger a nadie, sino más bien ayudar a que la persona se escuche para que pueda protegerse con sus propios recursos, casi que me voy a quedar con el término que actualmente se utiliza en Sanidad, que es el de Usuario. Eso mientras busco un término que me guste más.

Sanar

Del vocablo latino “sanare” hace referencia a la acción de “restaurar la salud”. Es un verbo que me gusta mucho, porque hace referencia a que el cuerpo recupera su equilibrio, físico, mental y energético. Me gusta más que curar, que ya hemos visto que en última instancia sería sopesar opciones y quedarnos con la mejor. Además, Curar no hace tanta referencia explícita a la salud, al menos en su etimología, como sí ocurre con la palabra sanar.

Y siguiendo con el análisis de sanar, yo tampoco sano a nadie, pues yo no puedo restaurar la salud de nadie. En todo caso le ayudo a que su cuerpo sane. Pongo a su disposición mis recursos, mis conocimientos, pero es en última instancia la otra persona la responsable de su sanación.

Aburrir

Ya lo comentaba en la introducción... proviene también del latín. ¿Sigues teniendo muchos momentos de “miedo a tu vacío”? La verdad es que esta palabra es la que me impactó, tanto que me hizo comenzar a investigar la etimología de las palabras que uso más frecuentemente. Y aquí estamos. Sigamos entonces.

Culpa y responsabilidad

Culpa y responsabilidadCulpa proviene del latín, “culpa”, y significa “falta, imputación”.

Por su parte, Responsabilidad, nuevamente, es un término latino; deriva de “responsum”, que significa “responder”, siendo responsabilidad “la habilidad de responder”. Responder, del latín respondere es “contestar o asegurar que algo se va a cumplir”.

Y aquí puedo abrir una pequeña reflexión sobre la culpa y la responsabilidad. El tema de la culpa, no lo he investigado a fondo, pero deduzco que vendrá del manido, católico y apostólico “entono el mea culpa” que las generaciones “con más años de experiencia acumuladada”, como llama el Dr. Mario Alonso Puig a las personas mayores, recordarán perfectamente porque fue lo que mamaron. El tema de la culpa está asociado a una intencionalidad. Sin embargo, nos han educado en que cualquier cosa que hayamos hecho mal o lo haya generado, es culpa nuestra. Y no es así. Ej: si te rompe un vaso fregando y tu madre pregunta qué ha pasado, dices “ha sido culpa mía”. Sí, lo has roto tú, pero no había intención de hacerlo. Y así con mil cosas...

Yo tengo mi particular lucha con este tema, y la verdad es que me cuesta mucho decir (todavía no me sale de forma natural) lo de “yo he sido el responsable” en vez de “ha sido culpa mía”. Pero bueno, ahí estoy, en el camino, tratando de mejorar día a día. Poniendo consciencia en lo que hago y cómo lo hago.

Trabajo y salario

Finalizaré el artículo de hoy con estos 2 conceptos, que no tienen mucho que ver con lo anterior, pero dándole media media de tuerca, lo tienen todo... “El Trabajo os hará libres” decía un lema alemán. Y bueno, más que libres, mal llevado y mal entendido, que es como se estila ahora (y casi siempre en la corta historia de la Humanidad), genera enfermedad, que acudas a la Medicina o a la Psicología o que haya culpables porque se ejecuta mal. Bueno pues ahora ya parece que sí tiene que ver con lo que veníamos hablando, ¿no?

Trabajo proviene de “trabajar”. Y esta, a su vez, del término latino “tripaliare”. Que a su vez deriva de “tripalium” (3 palos). El Tripalium, ojo al dato, era un yugo fabricado con 3 palos en los cuales amarraban a los esclavos para azotarlos... Así que es normal que ir al trabajo te siente mal, ¿no?

Y Salario no se queda atrás. Hace referencia a la “paga que recibían los esclavos por su trabajo”. Decía Cicerón que era condición indigna de un ciudadano u hombre libre vivir de un salario. Que levante el dedo quien hoy no sea, acorde a esta apreciación de este filósofo romano, un esclavo...

Es por ello que yo dejé mi trabajo y mi salario y ahora me dedico a cultivar con mimo mi Proyecto de Vida como Experimentado Surfista de “La Crisis de los 40”, ayudando a otras personas a integrar su cuerpo y emociones a través del movimiento / gesto consciente y el masaje.


En la próxima entrega me enfocaré en las emociones y palabras relacionadas con ella. Veremos entonces qué curiosidades nos traen las etimologías de ira / rabia, alegría, tristeza, etc.