Ensayos con dióxido de cloro NO, muerte y caos económico SI
Es algo innegable, que el miedo es la mejor forma de manipular la sociedad. Para la mayoría de los ciudadanos, resulta muy difícil encontrar una verdad entre las oleadas de informaciones “verdaderas y falsas” con las que los medios de comunicación nos inundan a diario.
Científicos que nos dicen que SI, científicos que nos dicen que NO. Organizaciones Gubernamentales que dicen una cosa, Organizaciones Gubernamentales que dicen otra. Mientras tanto los ciudadanos del mundo aguantando y siendo utilizados como simples juguetes.
Resulta peculiar a este respecto, que las opiniones científicas que se toman en consideración y como únicamente validas, sean las de aquellos científicos que representan a las Organizaciones Gubernamentales. Aquellos científicos denominados independientes carecen de credibilidad y sus opiniones, dictámenes y estudios, son silenciados y censurados.
La búsqueda del origen del virus, lo cual es información importante sólo para los científicos que buscan una vacuna, se ha convertido en una herramienta política y una teoría conspirativa promovida por importantes medios de comunicación, en muchos casos financiados por los gobiernos.
Este desmadre hace posible que empresas como Moderna, que no cuenta con patente alguna registrada, suban en Bolsa un 173% en lo que va de año. Simplemente por ser una empresa que investiga en la búsqueda de una vacuna contra el virus de la Covid-19.
El director ejecutivo de la empresa también está amasando millones de dólares gracias a la venta de unas acciones que han triplicado su precio tras las noticias del progreso en el desarrollo de la codiciada vacuna, según informa la agencia de noticias Reuters. Las ventas, a manos del propio CEO Stéphane Bancel, un fondo a nombre de sus hijos y de compañías a su nombre, asciende a 21 millones de dólares entre el 1 de enero y el 26 de junio, incluidos 6 millones de dólares en mayo.
Creo importante resaltar que el trabajo de Moderna para hacer que una vacuna funcione está siendo fondeado por CEPI, una alianza público-privada que fue lanzada en 2017 y enfocada en el desarrollo de vacunas para detener potenciales epidemias. CEPI fue creada por Noruega y la India, la Fundación Bill & Melinda Gates, el Welcome Trust y el Foro Económico Mundial. Como alguien dijo: “Los mismos perros, pero con diferente collar”. Miles de millones están siendo puestos a disposición de las “investigaciones oficiales” para la obtención de una vacuna sin que hasta el momento existan evidencias de sus resultados.
El COVID-19 ha representado el disparador de una serie de eventos que nos permiten ver con claridad las deficiencias y debilidades, y sobre todo la verdadera cara de la moral política internacional y de la situación de vulnerabilidad de la sociedad mundial.
Como ha indicado la Organización Mundial de la Salud, hipertensos, diabéticos descompensados, inmunosuprimidos, personas con problemas respiratorios, pacientes oncológicos en quimioterapia y pacientes de trasplante tienen que guardar aislamiento social estricto porque sufren mayor riesgo. Estas enfermedades son más comunes en la tercera edad y por eso son el grupo más vulnerable. Usan el COVID-19 como política y estratégicamente para sembrar pánico y discriminación y puede que traiga algo positivo para algún que otro gobierno en el corto plazo, pero no para todos los ciudadanos del mundo, que estamos siendo simples juguetes manipulables de esta visión de competencia y beneficio personal a corto plazo.
Como digo en mi libro "CORONAVIRUS: Nuevo Orden Mundial y el fin de una sociedad libre", el coronavirus es simplemente la gota que colmo el vaso. Las verdaderas pandemias las vivimos día a día y nadie se alarma. Las verdaderas pandemias se encuentran en: salarios mínimos, que obligan a los ciudadanos a una alimentación deficiente y toxica, jubilaciones mínimas, que no cubren las necesidades básicas de una vida digna. Cuando fallan, estos pilares básicos de toda sociedad, llegamos a la pobreza extrema y la exclusión social. Esto representa una ciudadanía, con un Sistema Inmunológico extremadamente bajo y un exceso de patologías medicalizadas con sustancias tóxicas que aportan una carencia generalizada de salud, así como enfermedades crónicas como cáncer, diabetes, infartos, presión arterial, depresión, estrés, obesidad, colesterol o el alzheimer que actualmente afecta a alrededor del 16% de las personas mayores de 70 años, en todo el mundo.
En la otra orilla, grupos de médicos, asociaciones médicas y algún que otro político de países de Latinoamérica, tras la urgencia sanitaria y falta de medios, están realizando ensayos clínicos con Dióxido de Cloro para evitar la muerte de sus ciudadanos. Según las manifestaciones de estos médicos, el éxito de los ensayos clínicos alcanza el 98% de efectividad. En la orilla opuesta, algunos políticos han dejado de contar los muertos a consecuencia del COVID-19, posiblemente, porque a la vista de lo que se les viene encima, para ellos, sea prioritario establecer y garantizar sus sueldos, dietas y colocar a sus amigos en las nuevas Agencias, que solo sirven para aumentar el gasto publico.
Si los ciudadanos no actuamos y cooperamos globalmente exigiendo se realicen ensayos controlados medicamente con Dióxido de Cloro entonces no hemos aprendido nada. Los ensayos, no sólo, podrían salvar muchas vidas, sino que, además, haría posible poner la atención en lo que es importante en este momento, la economía de los países.
Si, según las manifestaciones y evidencias presentadas por médicos y asociaciones medicas, el Dióxido de Cloro elimina el Coronavirus en un máximo de 4 dias, los ciudadanos del mundo, sean de la ideología que sean, deberían preguntarse:
¿Por qué se impide los ensayos clínicos con Dióxido de Cloro (CDS)? ¿Por qué se silencian y se omiten las evidencias presentadas por los médicos?
No hablo de realizar ensayos clínicos costosos y de larga duración, hablamos de ensayos clínicos de 4 días, donde, además, se ha ofrecido gratuitamente la materia prima. Hablo de unos “ensayos clínicos” basados en la evidencia presentada de mas de 7000 casos curados
El COVID-19 NO solo es un problema sanitario, es mucho más. El COVID-19 puede representar el endeudamiento perpetuo de muchos países, puede representar el aumento de la pobreza, el caos económico, la desaparición del estado de bienestar, puede representar el aislamiento de muchos países hasta llegar a su inexistencia, puede generar un estado de violencia sin precedentes. Estas posibles consecuencias, que es conocidas por los políticos del mundo, se prefieren, antes de ceder a la realización de un ensayo clínico con Dióxido de Cloro de corta duración, tan solo 4 días o en el peor de los casos 1 semana.
Se niega por mandato imperativo lo que, según las evidencias presentadas, evitarían más muertes y más caos y mientras el presidente del Gobierno de España decide regalar 125 millones a la Fundación de Bill y Melinda Gates. Ni tiene lógica, ni sentido común.