Hablemos de salud
Con respecto a la salud, actualmente se dicen miles de cosas, y por supuesto algunas con más acierto que otras. Y es que, aunque quizás no lo parezca, no es tan fácil a veces hablar con criterio sobre la salud ya que, día a día, van surgiendo nuevas investigaciones que nos aportan cada vez más información sobre los mejores hábitos alimenticios y de salud en general, y estas nuevas informaciones pueden llegar a ser hasta contradictorias con lo que hasta ahora en nuestra sociedad se entendía como saludable.
Para que lo podáis ver mejor, enumeraré algunas de estas novedades que contrastan con las creencias que vienen imperando desde hace décadas sobre los mejores hábitos saludables. Os hablaré de las que para mi son las más llamativas:
- Los cereales como base de la alimentación saludable: Siempre nos han dicho que comer cereales era saludable, y que si eran integrales mejor. Supongo que esto lo habéis oído todos/as porque es una de la creencias que más extendida ha estado. Es ahora cuando se sabe de los graves perjuicios que puede hacer el gluten en nuestro organismo, pero no solo a celiacos, sino a la población en general. Y es que el trigo actualmente ha sufrido y sufre muchas modificaciones por los procesados a los que se ve sometido gracias a la industria alimenticia convirtiéndose en un alimento bastante perjudicial para la salud. Produce inflamación intestinal, lo que puede derivar en permeabilidad digestiva y la permeabilidad digestiva puede ser el origen de múltiples alteraciones y patologías, pero no solo digestivas sino sistémicas, es decir que todo el cuerpo se ve afectado por ello. Los cereales en general no son un alimento con grandes aportaciones nutricionales y sus perjuicios pueden ser incluso mayores que sus beneficios, por lo que actualmente se suele retirar de las dietas, y sobre todo de las dietas que intentan una recuperación digestiva. Por supuesto no todos los cereales son iguales: el trigo y el maíz son los más dañinos a mi criterio, porque son muy proinflamatorios, el maíz tiene mucho omega 6, y si no esta compensado con el omega 3, se convierte en un importante factor inflamatorio. Mi consejo sería evitar tomar trigo o maíz, y sustituirlos por otros cereales con mejores propiedades como es el conocido trigo sarraceno, la quinoa, el mijo, y uno que no es tan conocido pero que es muy bueno el teff. Y cuidado con los alimentos integrales, porque son de difícil digestión y pueden dañar tu aparato digestivo seriamente.
- Procesados Saludables: NO HAY producto procesado saludable, no lo hay, que no te engañen los grandes anuncios de alimentos y bebidas hipocalóricas con muchas vitaminas y rollos de esos. Todo producto que pasa un procesado industrial está muy alterado y modificado por la cantidad de aditivos que le echan, conservantes, espesantes, edulcorantes, y un largo etc….así que son de todo menos saludables.
- Las grasas son malas: Esto ha sido una creencia imperante desde el boom de la década de los 70. La demonización de las grasas viene de lejos, desde que a las grandes industrias les intereso la extensión de los productos azucarados(altamente palatables) incorporando altas cantidades de fructosa a los comestibles para conseguir darles un sabor mucho más dulce, creando verdaderos adictos al azúcar, lo cual les ayudaría a vender mucho más reportándoles altos beneficios económicos, y como ya sabréis el azúcar es bastante perjudicial para la salud. Por lo que es necesario tener presente que no todas las grasas son malas, de hecho hay grasas imprescindibles para el buen funcionamiento del cuerpo humano que son las grasas insaturadas. Este tipo de grasas son fuentes de alimento altamente beneficiosas para la salud; los aguacates, los frutos secos, el salmón, son alimentos ricos en estas grasas (grasas insaturadas) siendo alimentos muy importante para tener un buen estado de salud. Así que con respecto a las grasas los más importante es saber distinguir sobre las grasas saturadas (malas) e insaturadas (buenas).
- Hay que comer 5 productos lácteos al día: Esta es una de las peores y más grandes mentiras. Los lácteos no son muy buenos en general. Los adultos no estamos preparados para beber leche, solo estamos preparados para beber leche en la lactancia, que es cuando tenemos el porcentaje más alto de enzima lactasa, pero este porcentaje va disminuyendo con el paso del tiempo y la edad, hasta que puede llegar agotarse, de aquí la alta prevalencia de intolerancia a la lactosa en la actualidad. La leche de vaca es altamente inflamatoria, si la leche no es recomendable ya, la de vaca menos. Y aunque lo mejor sería retirar la leche de la dieta, si no es posible hacerlo se deberían optar por otro tipo de lácteos más saludables, como son los lácteos de oveja y sobre todo de cabra. Otra gran opción es la ingesta de leches de tipo vegetal, como la de avena, coco y almendras. Y con los quesos tres cuartas de lo mismo que con la leche. Así que no solo es que no se deben tomar 5 lácteos al día, es que hay que tener mucho cuidado con ellos porque son muy inflamatorios por su alta cantidad de histamina.
- Hay que comer 5 o 6 veces al día: Otra locura de la actualidad, no estamos preparados por nuestros antecedentes evolutivos a estar todo el día ingiriendo comida. Venimos del hombre del Paleolítico, y hace solo diez mil años que entró la revolución agrícola, nuestro cuerpo sigue adaptado a otros patrones más ancestrales en donde se comía una vez al día alternándose épocas de abundancia con escasez, por lo que eso de comer 5 o 6 veces al día es totalmente desaconsejable. Somos “hijos de la escasez” marcado por nuestro contexto evolutivo, por lo que hacer numerosas ingestas al día no sería saludable. Lo recomendable sería entre 3 o 2 ingestas diarias, y dejando separación entre ellas. Ya habréis oído hablar de la autofagia (está muy de moda) y el ayuno intermitente, en la autofagia es necesario dejar tiempo de una ingesta a otra para que los mecanismo de limpieza de nuestro aparato digestivo puedan darse, si nos pasamos continuamente comiendo saturamos estos mecanismos y sometemos a nuestro aparato digestivo a un alto estrés y no le damos tiempo a repararse.
Hay que beber 2 litros de agua o más al día: No voy a negar que beber agua es saludable, no nos volvamos locos..Pero lo que no es tan saludable es forzar continuamente la sed. Nuestro hipotálamo está preparado para saber cuando debe comer o cuando debe beber, y para esto existen los mecanismos del hambre y de la sed, en la zona hipotalámica ventral y medial, si constantemente estamos forzándolos acabamos perdiendo esta sensibilidad y son dos de los grandes mecanismos reguladores del cuerpo. Así que dejemos que el cuerpo sea sabio y nos diga cuando debemos hacer las cosas, en vez de obligarle a seguir patrones que le fuerzan a ir contra su naturaleza.
Otras creencias de este tipo serían como que el ajo, la cebolla y las legumbres son muy buenos para la salud... no vamos a negar que tienen una gran cantidad de aportes beneficios para la salud porque sería completamente absurdo, lo que si es necesario saber es que son productos que no están indicados para el aparato digestivo de todas las personas. Y que las legumbres tienen grandes cantidades de saponinas, producto tóxicos para la salud, así que es muy importante hacer su correcto procesado antes de ingerirlos.
Y como todo lo que os comente arriba, miles de cosas más. Todos estos mitos nos hacen ver la necesidad de estar al día de las nuevas aportaciones que nos da la ciencia sobre los hábitos más saludables, y ver como creencias muy arraigadas son desechadas por erróneas y obsoletas constantemente.
Pues espero que hayáis encontrado interesante la entrada, y deciros que esta es la primera entrada de una seria de ella sobre hábitos de vida saludables, que se basarán en indicaciones para poder alcanzar una correcta alimentación, una práctica de ejercicio adecuado y en general tratarán sobre los hábitos de vida más recomendables y saludables que podamos llevar. Esperando así aportaros las últimas informaciones más novedosas sobre salud y todos lo relacionado con ella, para que podamos gozar de la mejor calidad de vida dentro del mundo en el que vivimos en la actualidad, mundo bastante “poco saludable” y disruptivo.
Hay cosas que no podemos cambiar claramente y que nos afectan altamente a nuestra salud, contaminación de todo tipo, una industria alimentaria que nos está enfermando, una sociedad altamente estresante, y mil cosas más, pero hay una cosa que si puedes controlar y son tus habitos de vida, y es mucho más relevante de lo que nos creemos para gozar de una buena salud.
Porque si, vivimos más, está claro, antiguamente había mucha mortalidad infantil cosa que gracias a Dios ahora no la hay por todos lo medios con los que contamos, y la gente moría por alta prevalencia de las infecciones por la falta de higiene que había. Ahora vivimos más, antes vivían menos, pero ahora enfermamos más que nuestros ancestros.
Habrá bajado mucho la mortalidad, pero a costa de subir mucho la morbilidad, es decir vivimos más, pero vivimos peor, con mucha menor calidad de vida, enfermémonos mucho más, en edades cada vez más tempranas y con enfermedades cada vez más raras.
Las enfermedades crónicas ya son nuestro pan de cada día, así que reflexionemos sobre si tenemos mejor salud que antes, porque yo creo que no, y también creo que esto hecho interesa mucho a determinadas grandes industrias, pero esto es otro tema que trataré en otra entrada, los intereses económicos que hay alrededor de la salud o la enfermedad, como quieras verlo. Aquí solo quería resaltar algunos grandes mitos sobre los hábitos saludables que están muy extendidos y muy aceptados por todos y que pueden llegar a estar completamente errados.
Así que creo no hay mejor frase que esta para cerrar la entrada de hoy:
“Lo que importa no es dar más años de vida, sino darle más vida a esos años.”