La sombra, todo aquello que no acepto de mí

Jordi Ysàs
23 Jul 2024 lectura de 8 minutos
La sombra, todo aquello que no acepto de mí

En psicoterapia y desarrollado por el Dr. Carl Gustav Jung (1875-1961) definió la sombra como todo aquello que no aceptamos de nosotros mismos.

Esto marcaría una zona en nuestra psique, como la denominada zona oscura, donde residen todas aquellas actitudes, pensamientos, emociones y miedos que se nos muestran como inaceptables, no deseables, no correctas y por consiguiente tienen que ser reprimidas, apartadas, desechadas o, si más no, escondidas.

Se refiere a la sombra como todo eso que no aceptamos de nosotros mismos y que de alguna forma lo escondemos, construyendo una máscara, un personaje que va a intentar ocultar esconder esta sombra.

Pero no termina aquí, sino que esta sombra, tememos que los demás la observen o se den cuenta de ella, se den cuenta de cómo en realidad somos, de cómo es esta parte de nosotros que no nos gusta y por ende no será aceptada por los demás, en la sociedad o en la intimidad de nuestras relaciones.

Al mismo tiempo, cuando nos sentimos rechazados, desplazados o no aceptados, solemos pensar que todo ello ha sido porque han detectado nuestra sombra, porque han visto en nosotros toda esta parte que no aceptamos de nosotros. Han visto nuestra sombra y, por eso, nos han despreciado, abandonado o sencillamente no hemos sido aceptados.

A nivel colectivo también se muestra como un arquetipo social de todo aquello que no es aceptable, de la sociedad o de los comportamientos sociales.

Como arquetipo, ha sido llevado a la gran pantalla; lo vemos en los villanos, que se recrean en el arquetipo de la sombra, lo malo, lo pecaminoso, lo censurable, lo que la ley denominaría cómo no aceptable o malo para la justicia social, lo prohibido.

Psicópatas y todo tipo de villanos y antagonistas, los más divulgados en la saga Batman, el Joker, muestra esta parte de la sobra

Psicópatas y todo tipo de villanos y antagonistas, los más divulgados en la saga Batman, el Joker, muestra esta parte de la sobra, o el clásico Dr. Jekyll and Mr. Hyde del novelista Robert Louis Stevenson (1850- 1894), mostrando la personalidad múltiple entre la dualidad de la virtud y la sombra del psicópata. El abanico de personalidades es muy amplio y la sombra se nos muestra desde inconformidades hasta psicopatías.

Lo prohibido y la sombra

Por un lado, todas las normativas impuestas, horarios, obligaciones, normas, conductas, premios y, como no, las sanciones, reprimendas y castigos de toda índole durante la infancia y la juventud construirán nuestra personalidad, una personalidad solida, cumplidora y limpia de cara a la sociedad, a la ley y a las relaciones psicoafectivas. Al mismo tiempo se construye la sombra, todas aquellas prohibiciones de todo aquello que anhelamos, los deseos prohibidos, todo lo que reprimimos por no ser "correcto", los incumplimientos y todas las contradicciones educativas y sociales, lo correcto y lo incorrecto.

Socialmente, siempre se ha dicho, mostrar la mejor cara, dar buena imagen: -arréglate, esconde esto que te hace parecer tal o cual, da buen aspecto, aseado, etc. 

Máscaras, creación de personajes que intentan ajustarse a un estereotipo de personalidad

Son máscaras, creación de personajes que intentan ajustarse a un estereotipo de personalidad. -Sé bien hablado, correcto, atento, disciplinado, estas ya serían las formas caracteriales. Y las emocionales: controla tus emociones, -no llores, no montes un espectáculo, controla tu ira, no seas una loca, etc. Según ha sido tu educación, así será tu sombra social, por un lado, el personaje que te construyes, por otro, todo lo que este personaje esconde u oculta a ser visto de él.

Como ya vamos detectando como más nos adentramos en la personalidad más nos adentramos en la sombra. En lo oculto de una sociedad, de una persona o de una organización.

Actualmente, nos hemos quedado atónitos con las últimas notícas de los casos de pederastia cometidos por la orden de los Jesuitas en Barcelona y sus centros en Hispano América, en Bolivia. Si por un lado tenemos esa personalidad disciplinada, justa y religiosa, por otro tenemos esa sombra de pederasta de ocultación y actuación de acoso y violación contra la clase más débil de la sociedad, los niños y niñas.

Desde el punto de vista Junginiano “Todos tenemos una sombra, aunque tengamos talentos o una apariencia feliz y triunfadora, después de todos los retos que hemos conseguido, seguimos teniendo una sombra, nacemos con este arquetipo impregnado en nosotros”. Aquello que reprimimos, es lo que más pugna por salir, como más resistimos más persiste. Como más reprimimos nuestra sombra, más crece. Como más resistimos a la tentación de la sombra, más fuerte se vuelve nuestra sombra.

Podríamos postular, que con la represión y la prohibición de lo que no aceptamos, lo que conseguimos es hacerlo crecer hasta crearnos la patología que terminamos padeciendo. 

El artquetipo de la sombra

Este arquetipo de la sombra nos determina como nos vemos a nosotros mismos. La sombra es todo lo que no queremos ser pero tenemos miedo de serlo, y Carl G. Jung le denominó precisamente sombra porque nos sigue a todas partes donde vamos. 

Las redes sociales marcan nuestra conectividad y reflejo en el mundo social

En el mundo actual, las redes sociales marcan nuestra conectividad y reflejo en el mundo social, la imagen que proyectamos y la imagen que creemos que tenemos y que los demás detectan de nosotros. Nunca como en la actualidad el auto reconocimiento, y la aceptación social había sido tan importante para la aceptación de uno mismo.

Cuantos “me gusta” estoy esperando recibir de mi grupo de amistades, de mi circulo en redes sociales, que estoy dispuesta hacer para que me acepten, que estoy dispuesta a cambiar, modificar o enmascarar, vestirme, disfrazarme, actuar, bailar, hasta donde estoy dispuesta hacer para que me acepten o me den un “me gusta”.

Nunca como hoy en día, esconder mi sombra y mostrar una máscara atractiva había sido tan trascendente para la sociedad, de hoy en día, en medios y redes sociales. Que sombra esconde cada uno de estos y estas líderes de redes sociales. Hasta donde estan dispuestas, dispuestos a llegar por un “me gusta”. Y que sentimiento de malicia, vergüenza, no aprobación, deshonra o fealdad, hay en esa sombra que tanto esconden y maquillan.

La sombra es el origen de uno de los conflictos más básicos. Todos queremos sentirnos validos como individuos. Pero, cuando nos miramos dentro, vemos nuestra sombra, y nos sentimos avergonzados. Nuestra reacción entonces es mirar fuera de nosotros y buscar alguna evidencia de que somos válidos. Esto nos lleva a una actitud en busca de la aprobación y la validación constante por parte de los otros, los demás.

El galante seductor “latín lover” que, en su sombra, se ve como un flojo gordinflón. La moderna directora ejecutiva que, en su sombra, se ve como una niña de ocho años pecosa, desprotegida y miedosa. Los que trabajan a diario con ellos pueden llegar a ver que el trato diario, tanto con uno como con la otra, puede cambiar, llegando a un trato estúpido, feo y hasta desagradable de soportar, por lo que deciden marchar, abandonarlos o dejarlos solos, abandonados en sus trabajos.

Tomar conciencia de tu sombra

Tomar conciencia de tu sombra

El problema es que ni la cantidad más elevada de aprobación por parte de los demás te puede hacer sentir digno y valioso de ti mismo, porque ninguna cantidad de validación exterior puede eliminar tu sombra. Cuando te sientas solo y miras en tu interior..., allí está tu sombra, la que te hace sentir inferior y avergonzado.

  1. El primer paso es tomar conciencia de esa parte de mí de la cual me avergüenzo.
  2. Segundo paso, recordar en que momentos me he sentido mal, desvalorizado, humillado, no aceptado o incomprendido, por mi sombra, por mostrarme, ser de esa forma que soy y que me avergüenzo.
  3. Tercer paso, hacer la reconciliación, aceptarme, tal y como soy, mi yo y mi sombra, yo soy así, con todo esto que estoy orgullosa/o de mí y todo eso que me avergüenzo, pero ahora se mejorar y soy mucho más fuerte y asertiva porque soy dos en uno, he aceptado a mi sombra como una parte de mí, no como algo a esconder.

A partir de ahora sé que cosas me convienen o no según mis objetivos a conseguir, porque tengo la fuerza y la convicción de que vaya donde vaya si me aceptan o no es en mi totalidad, no solo en una parte de mí.

Y al mismo tiempo sé que no todo es oro lo que reluce, y que tengo que aceptar a las personas tal y como son, no como ellas solo idealmente quieren ser y quieren ser mostradas, sino, con lo bueno de ellas y lo malo de ellas.

El tomar conciencia que esta dualidad está en todos los seres humanos, y en toda la sociedad, me hace ser más auténtico conmigo misma/o y con mis relaciones.

Acepta y serás aceptado.

Espero haber puesto un poco de luz sobre tu sombra, y ayudarte a tu autoconocimiento y aceptación.