El espejo, como proyecto mi sombra
Que nos atrae de una persona o que no nos atrae, porque prejuzgamos a las persones, porque antes de conocer a alguien ya me cae mal, porque de repente arranco mi furia contra alguien.
Bien todas estas formas de reaccionar, casi de una forma inconsciente, repentina, como si de una respuesta biológica se tratase, son el síntoma de que estoy proyectando en la persona alguna cosa, que yo detecto en ella, pero que los demás parecen no detectar.
Para Carl Gustav Jung, es el resultado de lo que en psicoterapia llamamos proyección se basa en atribuir a los otros algo que en realidad es nuestro, son caracteres, actitudes, pensamientos o estados emocionales tanto positivos como negativos nuestros, que los proyectamos en las distintas persones que nos rodean.
Dime con quien vas y te diré como eres
O lo que es lo mismo, tu pareja es tu espejo, ves en ella todo lo que no aceptas de ti, le estas proyectando tu sombra, y le exiges a ella que cumpla todo aquello que tú no eres capaz de cumplir, proyectas tu sombra.
También proyectamos ideales y fantasías, es cuando idolatramos a alguien o lo hemos idealizado, esto pasa en las primeres fases del enamoramiento, donde nos dices:
Que no tocas de pies en el suelo, però que no te das cuenta como es esta persona.
Todos nos advierten, tanto en lo bueno como en lo malo, però nosotros seguimos proyectando, en un caso nuestra sombra, en otros nuestra fantasía, el caso es que nosotros los proyectores no nos damos cuenta de que estamos proyectando, una realidad que solo existe en nuestra precepción, nuestra proyección y la denominamos espejo.
Diríamos que vamos por la vida proyectándonos, nos proyectamos sobre el mundo y el mundo se convierte en nuestro espejo, donde nos podemos ver proyectados.
Primer concepto si es una proyección mía sobre esa persona, esa persona de la cual yo detecto tal o cual cosa, ella no la tiene, no es poseedor de esa virtud o de esa falta, la persona solo me la muestra, pero ella no es así, no la posee, pero yo que soy quien proyecta sí, yo tengo esa virtud o defecto, para desarrollar, o esa falta para aceptar o superar.
El espejo refleja al que está proyectando
Yo como proyector, al proyectarme puedo ver en el otro cosas, que yo no veo de mí, al igual que cuando me miro en un espejo, en el espejo puede observar mi rostro, que yo mismo no puedo observar de mi sin un espejo.
Por eso decimos en consulta de pareja, tu pareja es tu espejo, porque él o ella, te muestra tu rostro, te muestra como en realidad te proyectas a los demás, te puedes ver en ella reflejado tal como eres.
Nos vemos en los demás que son nuestros espejos, lo que nosotros desconocemos de nosotros mismos, como el ejemplo de nuestro rostro, que lo desconocemos, si no fuera por la proyección en un espejo, que nos devuelve la imagen de tal cómo somos.
A nivel social, los conflictos de la sociedad seria según esta ley del espejo, la proyección de cada individuo a ella, si hay conflictos, peleas, guerras, es que sus ciudadanos interiormente reflejan estos conflictos, si cada ciudadano afronta sus conflictos y soluciona sus problemas, dejaría de reflejar estos conflictos en la sociedad, si cada ciudadano está en paz consigo mismo, la sociedad estará en paz.
La sombra social proyectada, nos hace ver el mal en el contrario, nos hace entrar en guerra, con la idea de que es el otro el malo, el que hay que reprimir, combatir o destruir.
Seria, por lo tanto, un mal que hay en cada uno de nosotros, una guerra, una destrucción que tenemos en nuestro interior y que la proyectamos, una no aceptación de nosotros mismos, que la proyectamos en la no aceptación de los otros, de las otras sociedades, que las vemos como enemigas.
No podemos ver algo en el exterior, sino esta en nuestro interior
Él bebe, recién nacido, proyecta en su mamá y papá los modelos ideales de padres, aunque en la realidad no lo sean o sean personas con graves problemas, pero por, ley natural, él bebe, lo va a proyectar por necesidad biológica.
En la forma que el niño va creciendo tendría que dejar de proyectar ese dial de padres y tomar conciencia o percepción de la realidad, de los padres reales que tiene, dejar de proyectar ese ideal de padres que no existen.
Conforme va creciendo y no es capaz de retirar esa proyección, va a empezar a tener conflictos, con papá, con mamá y con el mundo, que no se corresponde a su proyección ideal.
Esto forma parte de la maduración psicológica, empezar a retirar las proyecciones sobre el mundo.
Madurar consiste en ir retirando estas proyecciones infantiles que papá, mamá y el mundo siempre me protegerán y me querrán, uno de los conflictos en la adolescencia es darse cuenta de esa verdad, que papá, mamá y el mundo no son como yo los idealizaba, o “proyectaba” de niño.
Cuando dejamos de proyectar, empezamos a conocernos, ya que todos esos ideales que proyectábamos estan en nosotros.
En nuestro interior está la idea de padre, de madre, del mundo ideal, y nuestra consciencia es nuestro niño interior, y así empezamos a crecer interiormente, tomando conciencia de ese niño que va creciendo y desarrollándose en el mundo.
En esa etapa de aprendizaje la proyección es esencial, proyectar en como deseo mi formación, trabajo, aprendizaje etc. El conflicto sucede que de adultos seguimos proyectando, cuando esa proyección tendría que haber dejado de producirse con el aprendizaje, laboral, social, etc., y dar paso a la creación de proyectos de futuro, sólidos y realistas y no proyecciones.
Dejar de proyectar después de la adolescencia
Pero nos encontramos en las edades adultas y seguimos proyectando, entonces en las relaciones de pareja vemos la paja en el ojo ajeno y no vemos la viga en el propio
Nos llenamos de negatividad en nuestras relaciones y emociones, y esto no nos ayuda a resolver nada de nuestra vida cotidiana.
Tampoco nos sirve para tomar conciencia y empezar a retirar ese espejo, porque detrás de cada espejo hay una persona que lo sostiene, una persona que no veo y que yo lo confundo con mis proyecciones.
Y así tomando conciencia, retirando ese espejo, veo realmente como es mi pareja, como es mi vecino, como es mi jefe, mi padre, mi mamá, etc. Como realmente son y es el mundo.
Para la espiritualidad hinduista, proyectamos nuestros sentimientos en las cosas, por ejemplo.: Buscamos el amor proyectado, en el trabajo, en los objetos, o en la otra persona, pero en realidad ese amor es nuestro, está en nuestro interior y lo proyectamos fuera y lo buscamos, cuando está en nuestro interior.
A veces idealizamos y proyectamos nuestro deseo hasta convertirlo en una fantasía, mi pareja perfecta, mi trabajo perfecto, la familia perfecta, pero esta perfección se convierte en fantasía y entonces no aceptamos la realidad, la realidad nunca será el cumplimiento de la fantasía, pero la ilusión me puede poner en marcha para conseguir mis objetivos, pareja, trabajo, familia, etc.
Recomendaros la lectura de “La ley del espejo (Crecimiento Personal) de Yoshinori Noguchi y Sandra Ruiz Morilla, ed. COMANEGRA”.