Taller de mindfulness: Cómo comunicarnos sin dañarnos

Las relaciones son una de las mayores fuentes de felicidad y también de dolor que tenemos. Mantener una comunicación fluida y sin dañarnos, generar intimidad y confianza sin conflicto puede ser uno de los mayores retos.

Juicios, expectativas, comentarios poco acertados, pueden hacernos sentir profundamente molestos, tristes o inadecuados, al hacer saltar viejas heridas que en el momento son difíciles de gestionar.

Para enfrentarnos a esas situaciones, es crucial darnos un tiempo para escucharnos, conectar con nuestros sentimientos y necesidades fundamentales, y expresarlos con claridad y sin ataques. No podemos hacer esto sin dejar ir nuestra voz autocrítica y cultivar espaciosidad y amabilidad interna.

En este taller veremos:

• Una práctica para atendernos en medio del dolor emocional de un conflicto relacional.
• Cómo la autocrítica, el juicio y la culpa -nuestras respuestas automáticas de defensa- son la principal fuente de malestar en las relaciones y cómo desactivarlas.
• Por qué nos resulta tan difícil reconocer y expresar nuestras necesidades y sentimientos y cómo esa es una de las mayores causas de conflictos y malentendidos.
• El papel clave de la compasión en la comunicación.
• El proceso de 4 pasos de la CNV para resolver el conflicto y crear una comunicación que genera conexión y empatía por ambas partes.
• El arte de la escucha empezando por uno mismo: cómo abrir un espacio de atención y no juicio desde el que poder sintonizarnos con nosotros mismos y saber cuáles son nuestras necesidades y sentimientos.

La comunicación no violenta favorece la claridad de comunicación. Nos ayuda a conectar con los otros con más compasión y honestidad y contribuye a nuestro bienestar y el de aquellos a los que queremos, permitiéndonos sanar cualquier relación (familiar, de pareja, de amistad, de trabajo, en conflictos de grupos..).

En este proceso de comunicación no importa quién tiene la razón o quién ha actuado mejor o peor, no nos interesa juzgar, sino saber cuáles son las necesidades de ambas partes que no están siendo cubiertas. A partir de aquí, se abre un proceso en el que ambos pueden expresarse, ser escuchados y pedir lo que necesitan.

Esto permite crear conexiones más auténticas, genuinas, profundas y duraderas.

En el taller aprenderemos a dejar de tratarnos con dureza y empezar a ser afectuosos y amables con nosotros mismos (lo que nos ayudará a regular nuestras emociones y desactivar la negatividad), para poder atender nuestras necesidades y comunicarnos desde un lugar de autenticidad y NO ataque.

La comunicación no violenta necesita de la autocompasión (sentir el propio malestar o sufrimiento y el impulso de querer aliviarlo), una habilidad innata que a menudo hemos olvidado y podemos cultivar, y que contribuye a disminuir nuestro estrés, ansiedad y depresión. Tener compasión con uno mismo también nos permite recuperarnos más fácilmente de los fracasos, superar las dificultades, y crear relaciones más satisfactorias.

Además de los principios de la comunicación no violenta, trabajaremos con mindfulness, que consiste en prestar atención con una actitud de apertura y no juicio a lo que está ocurriendo en el momento presente.

Todos somos humanos y todos estamos destinados a fracasar espectacularmente muchas veces y de muchas maneras distintas en nuestra vida, pero, en lugar de seguir la manera en que fuimos programados, juzgándonos a nosotros mismos y a los demás, podemos aprender a entender y reconocer las necesidades subyacentes que no están siendo satisfechas.

De esta manera podemos afrontar la situación con más claridad y con más compasión.

Sólo cuando aprendemos a ser más compasivos y clementes con nosotros mismos podemos hacer lo mismo con los demás.
Marshall Rosenberg