Me parece muy interesante el tem.Yo también lo planteo mucho por los casos que me traen a terapia.
La verdad es que no es nada fácil para los niños tener dos casas.Todos necesitamos tener "nuestro espacio", y eso de tenerlo duplicado, incluso ropa duplicada, material de piscina duplicado,tc,etc, no le resulta agradable a ninguno. Lo toman con absoluta resignación,por supuesto a veces con rebeldía, y frecuentemente en forma de problemas de comportamiento que antes no mostraban: disminución del rendimiento escolar, agresividad con los compañeros, somatizaciones...
Claro está que no solo es el tener dos casas: es que los padres se han separado y muchas veces ni siquiera se hablan, y si lo hacen es para pelearse. Muchas veces también han de adaptarse a "familiares nuevos" por parte de las nuevas parejas.
La verdad es que los niños sufren, y mucho.Creo que una pareja debería tener muy presente a los hijos a la hora de tomar la decisión de separarse, y no tomarla tan a la ligera como se hace en algunas ocasiones sin pensar para nada en ellos.
Aunque tambien es verdad, afortunadamente, que responden a la terapia estupendamente y que, en poco tiempo, resuelven los conflictos y acaban a daptándose a la situación e incluso, sacando aprendizajes positivos de la misma.
Aunque yo estoy esperando que tengan 30 años para ver qué tipo de prsonalidad se ha formado con tanta dispersión.