Respondiendo a tu pregunta, Pilar, este síndrome afecta al feto a todos los niveles, tanto en su desarrollo físico como mental.Incluso se manifiesta en síntomas tan evidentes como una determinada forma de la cara.
La intensidad y gravedad de los síntomas varía de un niño a otro, pero en general, manifiestan hiperactividad,y transtornos motrices, de aprendizaje y de conducta.Cuando llegan a la adolescencia sé de casos que se vuelven bastante antisociales, con una rebeldía extrema y llegan incluso a escaparse de casa durante varios días.Fácilmente se ven involucrados en problemas con las drogas y el alcohol y en conductas conflictivas.
No es el tipo de niño que una madre ansía tener cuando está embarazada¡