¿Qué es lo que realmente quieres lograr en esta vida?
Esa palabra… “Querer”. Hoy en día la tomamos muy a la ligera.
Queremos ser ricos, queremos una buena salud, queremos aumentar nuestra autoestima, etc, etc.
¿Pero qué tanto lo queremos? ¿Qué hacemos para lograrlo?
En realidad, muchas veces, muy poco.
Es por eso que hay un número tan reducido de personas ricas, con salud y buena autoestima en comparación de aquellas que solamente lo quieren.
Básicamente relacionamos el “querer” con que eso que deseamos nos caiga del cielo; y eso no va a pasar.
La razón por la que no obtienes aquello que quieres es porque no lo quieres en realidad. No estás dispuesto a
hacer lo que sea necesario para conseguirlo.
Es por ello que querer no es suficiente, es el nivel más bajo de deseo hoy en día. Si quieres lograr más debes aspirar a más con mayor determinación.
Los 3 Niveles de Deseo
1. Quiero Ser
¿Tú quieres ser? ¿Lo eres? Probablemente no. Muchísimas personas sueñan con el éxito, pero muy pocas lo obtienen.
Como te dije, querer no es suficiente.
2. Elijo Ser
Elegir significa tomar una decisión, eliminar cualquier otra alternativa.
Es algo más fuerte que querer, te vuelve responsable hacia aquello que quieres.
3. Me Comprometo a Ser
Comprometerse significa dar todo de ti para lograr lo que deseas. Hacer lo que haga falta durante el tiempo que haga falta.
Este es el camino que la gente que tiene éxito en algo eligió y elige. El camino de la determinación, sin excusas, sin dejar que el miedo se entrometan en tus planes. O lo logras, o mueres en el intento, rendirse no es una opción.
En el trayecto, siempre hay obstáculos, ganas de dejarlo todo, pensamientos de que no eres lo suficientemente bueno. Es por ello que la única forma de conquistar el éxito es estando en un nivel de
compromiso con aquello que deseas.
Es en ese nivel donde ningún obstáculo podrá derribarte.
Es en ese nivel donde inventarás excusas, no para rendirte, sino para seguir adelante y con más fuerza.
“Mientas no estemos totalmente comprometidos habrá indecisión, existirá la posibilidad de echarse atrás y habrá siempre ineficacia. En relación con todos los actos de iniciativa (y de creación), hay una sola verdad elemental, cuya ignorancia mata innumerables ideas y planes espléndidos: en el momento en que uno se compromete firmemente, la providencia se pone también en movimiento. De la decisión surge todo un caudal de sucesos que provoca todo tipo de incidentes imprevistos a nuestro favor, causa encuentros casuales y trae la ayuda material que nadie habría soñado encontrar.” –W. H. Murray, durante una de las primeras expediciones al Himalaya