Hoy, un psicólogo que conozco compartió el texto de otro psicólogo en El País (o periódico similar), donde el señor de marras cargaba contra el Coaching estableciendo varias premisas erradas, a mi juicio y al de varios comentaristas. Tanto es así que me gustaría copiar aquí mi comentario favorito entre los de esa noticia. Lo haré sin cambiar, poner o quitar ni una coma:
La historia se repite de nuevo. ¡Que frágil o ignorante es la memoria!. Corría el año 88 cuando una de las opciones para mis estudios era la psicología, y todavía me acuerdo de los comentarios de un par de padres de amigos míos, psiquiatras de profesión, que usaban las mismas palabras que el autor de este artículo: “Intrusismo”, “Cuánta paja tiene esa carrera”, “Esto no es científico, si no pseudo científico”, “Sin la medicina no se puede entender bien la mente”. Incluso en entornos cercanos a mi me decían: “¿Por qué no estudias una carrera con más bagaje y peso profesional?”. Con los años te das cuenta que dicha ignorancia no viene de una lucha fraticida de la Psiquiatría o de la Psicología en sí, sino de personas inseguras, poco cultas (aún estudiando carrera) u “ocultas”, ignorantes de lo que pasa a su alrededor, que por esa zozobra mental no saben ni donde están ni cual es su sitio (si es que tiene que haber sitios). Este tipo de personas hacen un flaco favor a su profesión (en este caso Psicología), les hace parecer que adolecen de ser el hermano pequeño de la Psiquiatria y de tener como apellido “cientifico”, ¡que lo es!, pero cuando uno sabe quien es no lo va repitiendo por ahí a voces. Recuerdo al autor, que la carrera de Psicología en España se formó en 1980, repito, en 1980 (UCM), y que en 1953 era Escuela, repito, Escuela (no un cursillo), ¡Vamos, cuando Almodovar y Mcnamara estaban en la cresta de la Ola española!. ¡Vamos, historia pero a la vuelta de la esquina! Por favor, no hagas con el Coaching lo que antes otras personas como tú hicieron a una profesión tan bonita, científica, y con un gran valor para la sociedad como es la Psicología. Soy coach profesional y puedo decir que sé quien soy (aunque sigo en ello) y cual es mi sitio en esta profesión, al igual que se cual es el sitio de la Psiquiatría, Psicología y del Coaching. Que si quieres poner puertas al campo, por lo menos constrúyelas bien para que no se te derrumben, levántalas con la base del conocimiento y del respeto, ya que yo todas las mañanas cuando me levanto, y entro en el baño a depositar, también tengo diálogos internos ficticios pero cuando tiro de la cadena se van por el baño. Recuerda que eres líder de opinión.
No sé si os da la misma impresión ni si os genera las mismas preguntas e inquietudes que a mí, pero... Lo dicho no es desatinado, a pesar de la sátira final donde le dice tan sutilmente que únicamente está difundiendo mierda. Lo cierto es que algunas cosas venden mejor que otras, y la cruda realidad es que el mercado hispanohablante no está en una etapa de maduración tal como para valorar excesivamente el desarrollo personal. Los potenciales demandantes todavía están en la fase de creerse métodos infalibles, técnicas secretas y todo tipo de aceites de serpiente; porque todavía hay muchos que simplemente quieren el resultado sin el proceso ni el esfuerzo. Y lo mejor de todo: no están dispuestos a valorar igual una promesa de éxito "fácil e inmediato" que una de éxito real mediato.
Así que no todo está en saber venderse... También en saber lo que vendes y a quién te puedes encontrar en tu público objetivo. Si yo trabajo principalmente en el mercado internacional es porque aquí en España el mercado está saturado con cursos de PNL y desarrollo personal fulero (aparente el 99% del tiempo, en base a una regla tácita: "haz como si lo fueras hasta que lo seas", de la que olvidan difundir el final: "pero rara vez llegarás a serlo así". Todo ello a menudo condicionado al acto de ligar. Así pues, la gente suele terminar quemada y desconfiando y prefiere buscar consejos gratis donde sea (eso sin contar con que ahora está entrando en moda el tema este del nomadismo digital, o los del emprendimiento online y la libertad financiera, que también suenan mucho por la época y las circunstancias).
En fin... Que hay mucha tela que cortar.
Un abrazo familia.