Estamos aconstumbrad@s a caminar mirando de frente o hacia abajo, ¿pero cuantas veces miramos al cielo, al universo?
Bajo mi criterio personal y observación, la profundidad del infinito es la misma la cual seamos capaces de crear e imaginar. La acentuada ¨obsesión¨ por explorar el universo conlleva hacia la búsqueda de profundos enigmas, una simbiosis entre lo material y espiritual, pues se juntan para explorar las respuestas de la vida y la creación. Físicamente el ser humano inventa vehículos para explorar la galaxia en busca de respuestas, trabaja la parte material para alcanzar sus propósitos, ¿pero también lo hace de igual intensidad en la parte espiritual? Antiguamente los Mayas eran grandes sabios de la astrología y la astronomía, eran capaces de hacer predicciones del futuro con increíble precisión, incluso adentrarse en las profundidades del alma tan solo observando las estrellas. La semejanza de los patrones del universo con la consciencia del ser humano, les llevaba a unir lo físico con lo espiritual y en ello se basaban en la gran importancia de unir el universo con el ser humano, como una llave maestra que da acceso a la comprensión de la vida en su estado más profundo. Poseían una sabiduría realmente asombrosa y sin necesidad de grandes ¨inventos materiales¨ sabiduría que hoy en día es imposible alcanzar. ¿Que es lo que les hacia ser tan sabios? ir más lejos de lo material y trabajar lo espiritual como forma de energía reflejada en el universo.
El universo se rige en los mismo patrones energéticos que acontecen en el interior de nuestra mente. Las neuronas trabajan igual que los movimientos energéticos del universo, de echo si se amplia el sistema neuronal, es como un micro universo. Se dice mucho, que todo lo que es dentro, también lo es fuera, ¿pero realmente lo aplicamos?
Por lo que observo y me planteo, estamos muy apegados al mundo material y aun creando grandes inventos para descubrir... por muy ingeniosos que sean, difícil será encontrar las respuestas en el exterior de nuestro mundo si no se acompañan de lo que somos en esenia, energía. Partiendo de la base que somos energía, el universo cobra otro sentido alejado de lo material, y su infinito se expande en las consciencias de la creación, viajando al interior desde el exterior. Somos todo, en todo y ello no tiene limites.
¿Que pensáis vosotr@s? ¿Cual seria vuestra conclusión tanto física como espiritual?