La acaparación del ser humano por poseer más de lo necesario, juega a ser fuerte y a poder sostener un gran saco el cual le impide caminar con ligereza, mas bien tirando hacia atrás e impidiendo subir cuestas. Un saco con el nombre de apego, como si en ello estuviere el gran tesoro de ¨acumular¨ para cuan más lleno este, mejor será la vida y mejor la reserva ¨por si acaso...¨ pero lo único que se consigue es sostener más de lo necesario y acabar con los huesos destrozados por querer cargar con un gran peso extra. Es curioso con el ser humano ocupa gran esfuerzo en llenar la saca, de hecho da la vida por ello, cuando seria más fácil quitar pesos y poder caminar allí donde uno-a se propusiera. Una vez abandonemos nuestro cuerpo, también la saca del apego quedará atrás, por muy grande que sea, por muchos tesoros que tenga, nada de esa saca ira con nosotros. Pero hay otro recipiente que se llama ¨Alma¨ nutrirlo día a día de alegrías, de sonrisas, de penas, de silencio, de observación, de pasos ligeros sin pesos, de sabiduría... Ello viajará allá donde vayamos, como parte indispensable de la energía universal, cuya vibración emanara infinitamente.
¿Cuales son vuestros pesos en la vida cotidiana?