La obstinación en corregir lo incorregible no conlleva a ninguna parte, solo a perder el tiempo y dar vueltas constantemente sobre el mismo circulo, aún viendo una y otra vez que no hay nada que hacer, se sigue con esa ¨obstinación¨ en que debe ser así si o si, sin que deje entrar otros puntos de vista que difieran de ese circulo. A parte de todo ello, la propia evolución es incorregible, por mucho que se creen normas sociales, por muchas leyes, por muchas conductas sociales generalizadas, al final todo lleva su independencia, desde la propia naturaleza hasta los seres humanos, cada cual lleva su ritmo y su forma de vivir sin que nadie condicione como se ha de vivir y como se ha de evolucionar, pues si nos dejáramos influir por todo lo que nos dicen, acabaríamos perdiendo nuestra propia esencia e incluso con ello nuestra propia vida para ser solo un mero objeto manipulado a antojo de personas ajenas a nuestra vida, dictando como debemos y como no debemos vivir. Existe mucha obstinación en ello como también existe mucha rebeldía por esa misma situación. Las tensiones entre ambos bandos son muy palpables, tanto que se llegan a generar conflictos sociales y emocionales entre la libertad y la obligación de ser.
Se pasan años siguiendo en la misma linea, persiguiendo metas e ideas concretas con un obstinación fijada que debe de ser así si o si, en vez de pensar que quizás si aún pasando los años no funciona, pues que no es el camino correcto a seguir y en vez estar con la mirada en linea recta, pararse a observar el alrededor y buscar otras alternativas.
Son muchos los miedos que afloran cuando se salen de esos ¨círculos¨ encerrados en sus propias metas sin que lleguen a ninguna parte, miedo a descubrir, miedo a observar y hasta incluso divisar otras realidades. Lo peor de todo es que se pretenda corregir la vida de los demás, por que parezca que va a ser un bien común el seguir unas ideas y normas, en vez de dejar el libre albedrío de cada ser independiente, bajo su propia responsabilidad de una vida a la que le pertenece, su propia vida y no la de los demás.
Por ello corregir lo incorregible podría ser un punto de observación y no de obstinación, en vez de dictar como se han hacer las cosas, observar y comprender como funcionan desde su forma individual.
