Gran parte de nuestra vida se desarrolla en comunidad. Sin embargo, nuestra sociedad cada vez está más individualizada, y la comunidad cada vez parece menos capaz de estructurar el apoyo mutuo en las cuestiones cotidianas o en en las situaciones vitales. Creo que en las últimas décadas se ha producido un progresivo empobrecimiento de la vida comunitaria, del reconocimiento y la afectividad mutua. y una de las consecuencias es que la persona raramente encuentra el apoyo social necesario para afrontar las dificultades que el desarrollo personal representa, o un espacio adecuado para sentirse acompañado en la expresión de su dolor emocional.
Cuando la persona no encuentra en su entorno el apoyo necesario para afrontar sus ansiedades y angustias que la vida comporta, la opción que le ofrece nuestra sociedad es acudir a un psicólogo o a un terapeuta. Y dadas las condiciones en que se desarrolla nuestra vida, ello cada vez se hace más necesario. Sin embargo, muchas veces es como achicar agua sin tapar el agujero, pues si bien podemos ayudar a la persona individualmente, ello no soluciona el problema en su origen, es decir, la debilidad afectiva del tejido comunitario.
Creo que sería interesante andar hacia un modelo de psicoterapia y de crecimiento personal centrado no tanto en la relación terapeuta-cliente sino en la integración de la persona en la comunidad. Sin embargo, ello requeriría un cambio cultural que regenere ese tejido emocional de las comunidades y les devuelva un papel central en la atención al bienestar psicológico de sus miembros y el apoyo a su desarrollo personal.
Aquí me pregunto: ¿Cómo lo veis? ¿Qué responsabilidad tenemos los psicólogos y terapeutas al respecto? ¿Y qué se puede hacer al respecto? ¿Conocéis alguna experiencia interesante en terapia comunitaria?