De acuerdo contigo Pilar, siempre es más cómodo medicar que afrontar los problemas, tanto en el caso del TDAH como en cualquier otro.Lo triste es que la medicación no resuelve el problema, sólo lo enmascara, y como sigue vivo va cobrando fuerza, con lo cual las dosis de medicación deben irse aumentando.
En el caso concreto de los niños, yo soy enemiga declarada de ponerles cualquier tipo de etiqueta, porque pasa a formar parte de una identidad que se está formando, y le va a marcar su autoestima como si se la estuvieran grabando al fuego. Y!muchas veces siendo una etiqueta falsa¡
Yo soy partidaria de conectar con cada niño como sujeto único y singular que es, y proporcionarle la ayuda que él y sólo él necesita, sin nombres, sin etiquetas, sin pautas. Cada sujeto es único y precisa una atención única.
¿Qué pensáis al respecto?