Parece que hay unanimidad en que los reyes magos son totalmente inofensivos, yo diría que son muy beneficiosos.
El problema estriba en las mentiras "serias", sobre todo en las que atañen a los padres personalmente ya que el niño necesita creer en sus padres; para él son su punto de apoyo, su referencia, su modelo y necesita tener fe en ellos; si descubre que le han estado contando historias falsas sobre sí mismos con plena conciencia de los que hacían, eso hará que su confianza se quiebre totalmente y no sólo se resentirá la relación, sino que el niño aprenderá a desconfiar de todo el mundo. Si no puede fiarse de las personas más importantes para él, ¿de quién va a poder hacerlo?
Por otra parte, me parece muy interesante el tema que apuntas de los padres paradójicos,es decir, padres que dicen una cosa pero hacen otra no de forma intencionada como en el caso anterior, sino por una cuestión de incoherencia interna de manera que ni ellos mismos son concientes de que lo hacen.
Bajo mi punto de vista, esta es una de las cualidades más perjudiciales que puede tener un padre.Cuando ese nivel de incoherencia es muy alto, genera un estado de confusión permanente tan grande en el niño que puede llevarle al desequilibrio psicológico.Yo comparo el estado emocional de estas personas con ovillos de lana de esos que se enredan y no hay forma de desenredar. Conlleva un proceso de terapia arduo y largo conseguir encontrar la punta del hilo e ir desenredando y poniendo orden en todo ese caos. En casos extremos hay autores que afirman que puede llevar incluso a la locura (Watlawitz, Teoría del doble vínculo, escuela de Palo Alto-California).
En el caso de los niños adoptados, mi opinión es la de que hay que decir siempre la verdad, aunque en el momento justo y de la manera adecuada. Me explico:
Yo trabajo la psicoterapia desde el punto de vista de las teorías energéticas, esto significa que todas y cada una de las experiencias que vive un sujeto generan un sentimiento que ,a su vez, es una energía que vibra en una determinada frecuencia y queda grabada. En el ejemplo que propones del bebé que ha sido tirado a un container: el niño no tendrá recuerdo consciente de ese suceso porque su memoria cerebral es inmadura en el momento en que se produjo, pero su memoria energética sí está activada y aunque conscientemente no lo recuerde, una parte interna suya sabe perfectamente lo que pasó, y sobre todo, cómo se sintió.
Si a este niño, para que se sienta bien, le contamos que sus padres eran muy buenos pero tuvieron un accidente y se murieron (por decir algo), el niño va a saber a un nivel muy profundo que en esa historia hay algo que no encaja, y aunque racionalmente quiera creerla, siempre le va a quedar un recelo y una desconfianza porque en realidad él lleva grabada la verdad en su campo energético; de manera que se va a producir la situación que comentaba antes de la paradoja.
Evidentemente, una verdad como esa no se puede contar a cualquier edad y de cualquier manera; yo creo que hay que esperar a una edad en la que el niño tenga cierta madurez y, por supuesto, prestarle toda la ayuda profesional necesaria para quepueda asimilar y superar la información y el shock que le va a provocar...