TEMA: Hay diferencias entre los niños y las niñas?

Cuando estoy en lugares frecuentados por niños me gusta observar cómo juegan y hay algo que siempre me llama la atención: las diferencias en los juegos entre niños y niñas.
Generalmente los niños realizan juegos en los que tienen que medirse las fuerzas: luchas, fútbol, carreras..., mientras que las niñas se enfrascan en juegos más tranquilos y de cooperación: mamás y papás, saltar, imitar a los adultos...
También me llama mucho la atención ver cómo si hay niños más mayores y otros más pequeños en un grupo reducido, los niños mayores aprovechan para demostrarle al pequeño quién es el que manda, mientras que las niñas tienden más a cuidarlo...
Lo curioso es que todo esto pasa en un momento en que la igualdad de géneros está por encima de todo, y en que la educación hace todo lo posible para ser igualitaria en todos los aspectos.
Yo particularmente creo que las diferencias existen y son innatas a cada género, forman parte de la genética ancestral del ser humano.
¿Qué opináis vosotros/as?

Hola Olga, a mí también me gusta observar las diferencias entre niños y niñas cuando están jugando en el parque

La verdad que es un tema que llevo planteándome desde hace tiempo, sobretodo todo a raíz de tener a mi hijo. Y estoy contigo en que parece que de base hay ciertas diferencias entre los niños y las niñas, aunque evidentemente cada uno tiene su propia personalidad. Por ejemplo, a mi hijo desde muy pequeño le interesa el tema de los coches sin que nosotros le hayamos animado especialmente a eso y en cambio cuando le he dado una muñeca no hace caso mientras que si hay una niña al lado enseguida coge la muñeca y se pone a cuidarla.

También veo que en el parque tiene predisposición a jugar más con los niños que con las niñas, parece que con los niños compartiera más el tipo de juegos que le gusta. Ahora que es un poco más mayor le empiezan a gustar los juegos más físicos y cuando nos juntamos con amigos que tienen niñas veo que sus niñas tienden hacer otro tipo de juegos.

Sobre la educación en igualdad que hay en la actualidad creo que se puede matizar mucho. Hoy en día hay mayor conciencia de educar en igualdad pero eso no quita que todos seguimos teniendo ciertas ideas de lo que se espera de un niño y de lo que espera de una niña. No creo que los padres estemos exentos de esas ideas. Aún así, veo que en el desarrollo de niños y niñas desde bebés se pueden observar ciertas diferencias.

Por otra parte creo que como padres lo bonito es intentar no limitar a nuestros hijos por cuestiones de género, sino acompañarles a que ellos desarrollen lo que más les interese y les motive más allá de si es típico de niño o de niña.

Besos,
Andrea (mamá y psicóloga en Paideia)

Estoy con vosotras complemente, yo también lo hablaba con un grupo de mamis el otro día, en mi caso tengo un niño de 5a, a pasado por diferentes etapas y le ha gustado jugar a cosas mas tranquilas pero siempre acompañado de sus juegos con los coches o luchas y le encantan las espadas cuando en casa a su padre y a mi ese tipo de juguetes no nos justan nada.

Realmente cada niño tiene su personalidad, pero si que hay diferencias entre niños y niñas.

Aparte de las biológicas debe haber más cosas...

Me han llegado noticias de padres que educan a sus hijos de forma no sexista y han tenido que ver a sus nenes usar las barbis como herramientas de carpintería, por dar un ejemplo. La barbie doctora era un buen martillo para el muchacho, al parecer.

Para mí la cosa se salió de madre en el momento en que se quieren imponer los intereses de los padres a las tendencias naturales del niño. Es exactamente el mismo caso que con lo de ser zurdo y la homosexualidad, pero parece que a nadie le preocupa esta nueva manifestación de tal.

Y por dar una idea de hasta qué punto esto es así, podéis ver el experimento en que colocan el juguete que al niño le interesa detrás de un obstáculo y le dejan otro justo al lado. Todas las veces se tira a superar el obstáculo para coger el que quiere. Creo recordar que el experimento perseguía estudiar otra cosa, pero salió así.

En cuanto a la mención de Andrea al juego en el parque, siempre he visto a los niños organizarse en cuanto llegan al parque e incluir a cualquiera... Y a las niñas ser un poquito más apocadas y retiradas, más cautelosas a abrirse. Cuando lo hacen son tan parte de todo como los demás, pero ese pequeño empujoncito inicial también cuenta, diría yo.

Un abrazo familia.

Parece que estamos todos de acuerdo en que existen unas tendencias naturales en los niños y las niñas y que la educación no puede ni debe ignorarlas y pretender forzar roles o rasgos de personalidad artificiales y que van en contra de la auténtica esencia del niño.
Extrapolando a los adultos, creo que la misma conclusión es aplicable: creo que la tendencia cultural de la igualdad entre sexos está pretendiendo que hombres y mujeres se comporten y sean iguales en todo y creo que eso es esencialmente falso y que el admitir esa falsedad resulta políticamente incorrecto y está provocando que sobre todo muchas mujeres jóvenes se hallen en un estado de confusión importante respecto a sus intereses y metas en la vida...

Y no solamente mujeres, Olga...

Ya he visto a actores como Robert de Niro (creo que era él, y si no será uno de su quinta) quejarse de que los actores masculinos de hoy son tan antisépticos y políticamente correctos que resultan planos y andróginos. También he asistido en gran medida al declive de las ideas de masculinidad y feminidad, al intento por suprimir las polaridades y dejar a la gente con una identidad neutra. Ahí origina la confusión que comentas.

Algunos autores lo exploran en libros como "El hombre desechable", en obras que tratan de conjugar la dualidad y su belleza con los múltiples roles que podemos asumir y con arquetipos de referencia. E incluso desde la sociología, en relación con el concepto de la sociedad líquida, hay quien aprovechó para decir que la identidad es fluida y que cambia casi que a capricho. Por dar ejemplos de acciones, sin detallar en qué modo ayudan o perjudican.

En ese sentido, me he llegado a quedar solo a veces porque una de las máximas aspiraciones de mis proyectos es la de evitar la guerra de los sexos, y para ello, no acepto la validez de las premisas que la generan y procuro reconciliar todos los dolores y quejas de esta situación para que no nos quiten el poder de dirigir nuestra atención donde debe estar ni el de decidir por tendencia natural, no por estereotipos o presiones externas.

Hay demasiadas personas que se enfrentan a uno sin dudarlo cuando tratas de colaborar para despejar la confusión y no admites la indefensión aprendida.

Lo mejor que cabe hacer es no juzgar y seguir aportando lo que puedas tan amorosamente como seas capaz.... Eso o apartarse, también amorosamente.

Un abrazo, familia.

Como señaláis, lo bonito es que cada uno nos sintamos libres de ser quienes queramos ser y eso incluye también nuestra identidad de género. Hay quien se identifica claramente con su género y hay quien no.

No creo que en la "guerra de sexos" esté la respuesta a nuestros problemas, prefiero pensar que el respeto y valoración por uno mismo y hacia los demás (independientemente de si son hombres o mujeres) es lo que puede llevarnos a vivir todos en armonía.

Besos,
Andrea (psicóloga en Paideia)

Desde luego,Andrea, yo tamoco creo que en la guerra de sexos esté la solución a nuestro problema, pero por desgracia, me parece que a mucha gente sí se lo parece.
Enlazando con el tema del miedo al compromiso de otro debate, yo conozco muchos casos de mujeres (sobre todo) que viven en pareja pero no se encuentran bien, porque ELLAS tienen sus conflictos internos (como todo el mundo). Lo que hacen es que rápidamente y sin pensárselo dos veces culpan de su malestar a la relación de pareja y se separan, muchas veces con hijos de por medio. Evidentemente con eso no solucionan sus conflictos, que son suyos como personas individuales,y con la separación generan un nuevo problema y entablan nuevas relaciones más complicadas aún que la que tenían , hasta que finalmente se dan cuenta de que la "culpa"de su malestar está en ellas mismas, y no en la pareja.
Creo que después de una larga época de machismo indudable, la moda de unos años para acá es llevar el feminismo a unos extremos exagerados y absurdos que conducen a las mujeres (por lo menos a algunas) a renunciar a su auténtica identidad y querer formarse una autoimagen falsa de acuerdo a lo que socialmente se lleva, pero no coherente con son lo que son en realidad.Para mí esto es muy grave, porque la base de la salud mental es la coherencia entre lo que uno es y lo que cree que es, la autenticidad.Por eso me parece importante llamar la atención sobre este tema a los padres en el momento de plantearse la educación de los niños, para no caer en el error de querer forzarlos a ser lo que no son...