Hola Olga. Interesante relanzar este tema después de tantos excesos en regalos que fomenta las navidades, entre ellos los vídeo juegos.
Personalmente no tengo hijos, pero si bastantes sobrin@s y prácticamente tod@s con acceso a las tablets y demás aparatos electrónicos para jugar. Me sorprende las habilidades que generan mientras están inmersos en el juego, por decir que mi sobrino con 6 años si me pongo a jugar con él, me deja atrás en cuestión de segundos, vamos que me deja alucinando. Pero también me hace plantear que tipo de juegos pueden ser beneficiosos para una parte creativa y que tipo de juegos pueden ser perjudiciales para la parte emocional, incluso física. Cada vez son más los juegos de guerra y violencia que van arrasando en el ranking de ventas, juegos cada vez más semejantes a la realidad y con un grado de adicción muy alto, tanto como para apartarse del mundo real y quedar inmerso en un juego. Las consecuencias psicológicas pueden llegar a ser bastantes importantes y de ello si habría que tener un mayor control. Ya no solo por el hecho de quedarse horas y horas inmerso en un juego, tan solo las luces brillantes, los cambios vertiginosos de colores, movimientos... ya es suficiente para hasta incluso crea un ataque epiléptico y eso es bastante grave.
En mi infancia la mayor tecnología era una maquinita con dos palos y una redonda, que supuestamente era un partido de tenis, ahí entraba mucho en juego la imaginación.. jejej. aun así lo que de verdad se disfrutaba era jugar en grupo a juegos de calle, como el escondite, el pilla pilla, las caninas, al churro media manga, al bote bote.... ohhh! era fantástico! y además en grupos. Ahora con la tecnología se ha ido perdiendo esa parte social para llevarla a una zona más aislada y eso ya produce cierto repelús, que aun que todo avance tan rápido no hay que olvidar la naturaleza humana y lo importante que es la integración social.
Observo mucho lo fácil que puede resultar para unos padres, dejarle la tablet a un niño y así el niño desaparece por largo periodo de tiempo... es como un arma de doble filo y de respuesta muy rápida, como un sedante.
Si pudiera elegir, volvería a mi parte vivida en la infancia como forma social y educativa de jugar en grupo, y alejándose de las tecnologías que buscan aislar. Pero esta nueva generación ya han nacido con el móvil en la mano y el acceso a todo tipo de contenidos, un boom para una mente en pleno desarrollo, difícil de parar pero no imposible.
Por ello estoy en contra de los vídeo juegos, aun que también ayudan en cierto modo a potenciar esa parte creativa. Al final es cuestión de valorar a nivel personal y poner ciertos limites, como por ejemplo.. media hora de tablet por media hora de meditación o juegos de calle, tratar de expandir y no dejar que la tecnología lo absorba todo.