Hola Maria Angeles. Gracias por tu valentía en expresar con tanta claridad la situación que has vivido y cómo te sientes. Eso puede animar a otras personas a poder abrirse también.
Como dije en primer post,la mayoría de personas que han sufrido abusos sexuales lo llevan en secreto toda la vida porque se avergüenzan de sí mismas; así que si tú lo puedes contar, ya tienes un primer paso para sanar tu vida.
Entiendo todo lo que explicas, tu sentimiento de soledad, tu rebelión , tu desconexión, tu dificultad para entablar relaciones reales, tu imposibilidad de sentir cuando te tocan.... Normal, si durante los primeros años de tu vida sufriste abusos justamente de la persona que debía cuidar de tí y protegerte¡ No puedo imaginarme cuánto miedo, cuánta confusión, cuánto asco y cuánta rabia debiste sentir durante todos esos años y fue acumulándose dentro tuyo¡
Lo de casarte con un hobre similar no es casualiad; cuando una persona ha sufrido una historia traumática siempre vuelve a atraer a personas similiares.
¿Qué solución tiene? ¿Cómo puedes librarte de esas secuelas?
Te aconsejaría que buscaras ayuda profesional,porque sola creo que es una situación demasiado compleja. Para mí lo ideal sería un terapeuta que combine la psicología con las terapias energéticas. ¿Por qué? Porque todas nuestras vivencias quedan grabadas en la memoria energética de nuestro cuerpo, y si no se trabaja a ese nivel (con Reiki, por ejemplo) es prácticamente imposible desprenderse.
Solución existe: primero has de sentir que alguien te da confianza y seguridad para que puedas enfrentarte a tus sentimientos. A continuación trabajar con ellos, asimilarlos,desbloquearlos,desahogarlos y transformarlos en energía positiva.Puede ayudarte leer mi artículo publicado aquí en Saludterapia "La técnica de transformación energética".
No te voy a engañar:no es un proceso fácil ni agradable, pero si te atreves a emprenderlo los resultados son tan y tan gratificantes, que vas a sentir que es lo mejor que has hecho en tu vida. Descubrirás que existe una vida completamente nueva y diferente a lo que tú has conocido, que merce la pena vivirla.
Un abrazo ¡
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