Actualmente por citar España, se registran unos 96.800 divorcios al año, lo que supone que afectan a unos 160.000 niños al año. Unas cifras que van en notable aumento, siendo un paréntesis en la estabilidad emocional de quienes lo sufren. Los niños suelen ser los más perjudicados, pues poseen el titulo de estar entre medio de una separación, sopesando las circunstancias de ambas partes, pesos muy grandes difíciles de soportar. En muchos casos son utilizados como instrumentos de ataque, cuando por x motivos el divorcio se ha mal encaminado, entre constantes ataques psicológicos. Ante ello me resulta curioso como algunos niños adoptan el papel de quienes antes formaban un circulo familiar, por ejemplo, representar un padre cuando esta viviendo con la madre o viceversa, incluso ya no por un divorcio, si no también por alguna perdida o ausencia de algún cónyuge. Suplen esa carencia como forma de superación, haciendo un papel que no corresponde con su personalidad, perjudicando su estado emocional. Roles que se puede alargar desde la infancia a la adolescencia e incluso a la madurez, creando un ambiente antinatural y con una latente tensión. Por ello y por otras muchas circunstancias, ante un divorcio hay que llevarlo siempre de las mejores formas posibles, desde la sensatez y la madurez (por muy malas o entramadas sean las circunstancias) cuando existen niños por medio y pensando que son los primeros perjudicados, sin utilizarlos como monedas de cambio y abordando desde el principio como ayudarles para que todo sea más estable emocionalmente, sin instigar en las diferencias que marcó o marca el divorcio.
¿Que otras circunstancias observáis en los niños después de un divorcio?
¿Los padres son conscientes de que como afectan a los niños un divorcio?
¿Que soluciones se pueden aportar para la calidad de ambos, padres y niños ante un divorcio?