Interesante noche donde se celebra el solsticio de verano, siendo la noche más corta del año y el punto donde las noches se comienzan a alargar más. Una festividad que desde la parte cristiana se celebra como el nacimiento de San Juan Bautista y por otro lado con la ¨coincidencia¨ del solsticio de verano, que se celebra en honor al astro sol y su elemento purificador, el fuego, donde los primeros rituales aparecen en torno al año 5.000 a.c. Otras culturas utilizan la noche de San Juan para celebrar rituales donde aprovechan los movimientos energéticos que esa noche en especial se mueven por todo el planeta, desde la propia astrología, alineaciones, cambios de solsticios. España es uno de los principales países donde esté tipo de celebración está más arraigada con bastante influencia hacia el fuego.
También es una noche donde las-os brujas-os se reúnen para hacer sus rituales en lugares que consideran sagrados para ello, ya bien sean desde la luz o desde la oscuridad.
La costumbre más común y más actual es la de tirar petardos, hacer fuegos y acompañar a la noche en todo el proceso del solsticio de verano. Los ruidos que producen el estruendo de los petardos es una forma simbólica con su parte de movimiento energético que ¨aturde¨ a las energías para luego purificarlas en las hogueras. Un ritual camuflado en una festividad con mucha profundidad y cultura pronunciada hacia el ocultismo.
Sin duda noche para observar y dejar ir todo aquello que se arrastra y empezar un nuevo ciclo con una energía renovada.