Todos hemos sentido alguna vez ese molesto dolor en los músculos o en las articulaciones. Puede ser por haber dormido mal, por haber hecho ejercicio o simplemente porque el cuerpo pasa factura con el tiempo. Y claro, la opción fácil es tomar un analgésico, pero ¿y si hubiera formas naturales de aliviarlo sin recurrir siempre a los fármacos?
Aquí te dejamos algunos remedios caseros que han pasado de generación en generación y que, además de ser efectivos, te ayudarán a mimar tu cuerpo de manera natural.
Compresas de arcilla: el antiinflamatorio de la naturaleza
Las compresas de arcilla verde son un remedio clásico para aliviar inflamaciones y calmar el dolor muscular o articular. La arcilla tiene un efecto refrescante que ayuda a reducir la hinchazón y relajar los tejidos. Solo necesitas mezclarla con un poco de agua hasta obtener una pasta espesa, aplicarla sobre la zona afectada y cubrirla con un paño. Después de 30 minutos, enjuaga con agua tibia. Si además le añades unas gotas de aceite esencial de lavanda o romero, el alivio será aún mayor.
Infusiones antiinflamatorias: alivio desde el interior
A veces el mejor remedio viene en una taza caliente. Algunas infusiones pueden ayudar a reducir la inflamación y el dolor de manera natural:
• Jengibre: esta raíz es un potente antiinflamatorio y analgésico natural. Puedes preparar una infusión con jengibre fresco, miel y limón para potenciar sus efectos.
• Cúrcuma: su compuesto estrella, la curcumina, es conocido por su efecto antiinflamatorio. Añádela a una infusión con pimienta negra para mejorar su absorción.
• Manzanilla: ideal para relajar los músculos y aliviar molestias articulares.
Masajes con aceites esenciales: un alivio inmediato
No hay nada como un buen masaje para calmar la tensión y mejorar la circulación. Si además usas aceites esenciales, el efecto se multiplica:
• Aceite de árnica: perfecto para aliviar golpes y contracturas.
• Aceite de lavanda: ayuda a relajar los músculos y reducir la tensión.
• Aceite de romero: estimula la circulación y alivia la rigidez.
Incorporar estos remedios en tu rutina puede ayudarte a reducir dolores sin necesidad de recurrir siempre a medicamentos. La naturaleza nos ofrece muchas opciones para cuidar la
salud, solo hay que saber aprovecharlas.