Hola!
Quería compartir cómo percibo en mis tratamientos la actitud de la persona que acude en busca de ayuda.
Aunque tengo que decir que estoy convencido que la sanación llega igual a a cualquier persona que acude a una sesión de Reiki, también lo estoy en que la actitud con la que la persona busca esa ayuda es fundamental.
He experimentado que cuando una persona acude a una sesión porque yo se la he ofrecido yo o porque alguien le ha dicho que lo pruebe, esa persona durante la sesión en la mayoría de los casos no acaba de relajarse, de abrirse a la energía, de experimentar el proceso de sanación. Normalmente esas persona en un alto porcentaje no vuelven a acudir. Eso no quiere decir que no tenga sensaciones durante la sesión o no experimente cambios después de la misma. Simplemente no lo admite como algo que le pueda ayudar, es más "algo curioso" sin más.
Sin embargo aquellas personas que han acudido porque ellas mismas han decidido buscar ayuda, porque sienten que necesitan acudir a una terapia energética, experimentan tanto en la sesión como en los días posteriores, sensaciones que les ayudan a encontrarse mayor. En algunos casos incluso sensaciones en sesión que resultan nuevas y por tanto extrañas e incluso pueden ser molestas para algunas personas, las han tomado como un proceso natural que les ayuda, en vez de pensar que eso les puede hacer algún tipo de mal.
Tras las sesiones, estas personas que se han abierto a la energía, sienten una clara mejoría, quizás no por aliviar los síntomas para los que han buscado ayuda, sino en otras facetas. Pero con el tiempo y las sesiones, esos síntomas también empiezan a remitir. Es decir, la energía "sabe" que es lo primero que hay que sanar y empieza por ahí.
Curiosamente lo que más me satisface es cuando una persona me dice que deja de venir a terapia porque ha alcanzado un punto de equilibrio tanto físico como emocional y que se ve capaz de seguir su camino sin ayudas externas, siendo conscientes que son ellos ahora los que deben buscar el origen de sus problemas y sanarlos por sí mismos.