Cada paciente es un mundo y cada terapeuta es otro. Cuando un paciente expresa sus emociones, es una gran oportunidad para el terapeuta de adentrarse más lejos y así poder ayudar desde otra perspectiva más profunda, hacia el origen de su bloqueo o dolencia, física o emocional, creando un grado más elevado de conexión paciente-terapeuta, digamos que una mayor sintonía permite un mejor diagnostico y una pronta resolución del problema. Cabe destacar que siempre prestando atención a la forma de ese llanto o emoción, no sobrepase hacia el descontrol, siendo así, trataría de calmar al paciente hasta un nivel mas equilibrado.