Me es curioso ver como el ego supera la realidad, ver como las personas se aceleran de manera exponencial hasta creerse ser los elegidos, los gurus con la única verdad y los mentores de la humanidad. Tal es el ego, que formalizan su imperio y todo lo que salga de ese circulo lo consideran falso, pues ese ego les hace creer estar en la verdad absoluta y por ello con la capacidad de dirigir la humanidad con la única y exclusiva verdad, jugando a ser dioses.
Cuanto más juegan a ser dioses, más se olvidan de la humildad, la base principal para la coexistencia de la vida y su equilibrio. Todo apogeo conlleva su lado contrario, el declive en su misma intensidad. Cuanto mayor sea el ego, mayor será su falsa vanidad y mayor su propia utopía hacia cerrar fronteras externas, para seguir alimentado el ego y nutrirlo de orgullo para ser exclusivo y supremo.
El mejor trabajo personal, es la humildad. Ser un conjunto entre todos con el mismo valor y condición que los demás, respetando ideas y principios.