Gracias por tu interés María
La verdad es que yo también tengo ya un largo recorrido y ahora mismo tengo muy claro mi lugar y eso me hace sentirme muy bien conmigo misma; pero coincidiendo con todos vosotros, el camino no ha sido fácil.
Igual que Ester, de pequeña quería ser médico porque siempre tuve la vocación de ayudar a sanar a las otras personas, hasta que llegó el momento de decidirme a entrar en la universidad y ahí tuve mi primera crisis: de pronto supe que no era medicina lo que quería pero no sabía qué era lo que sí quería.
Al final y con muchas dudas entré en el mundo de la psicología pero no tardé en entrar en otra crisis, que me llevó a entrar en el reiki y todo este mundo de energías .
Coincido con Carlos en el tema de las comidas,curiosamente; yo tampoco como nunca más de lo que necesito, aunque sea Navidad por ejemplo...Siempre he tenido una percepción muy clara de lo que es bueno y perjudicial para mi cuerpo y me resulta muy fácil seguirla.
Por otro lado, cuando planteaba la pregunta de si os sentíais bichos raros yo pensaba ,aparte de toda esta búsqueda más espìritual que hemos hecho todos, en que desde bien pequeña tenía la sensación de tener una conciencia diferente, de alguna manera, de los demás niños.
Por ejemplo,si había algún niño con problemas importantes para aprender, yo me sentaba a su lado y lo ayudaba; a mí jamás se me ocurrió reirme o burlarme de alguien, gastar bromas pesadas, ni tener comportamientos incívicos...es como si siempre hubiese tenido muy claro que sólo había la opción de comportarse bien, incapaz de molestar o hacer daño adrede,y me costaba muchísimo entender (de hecho aún no lo he entendido), cómo había niños que se divertían haciendo daño a otros y aún ahora, soy incapaz de formar parte de un grupo donde el tema de conversación es la crítica o el machacar a otras personas.
Otra de mis "rarezas" era la vocación religiosa o espiritual. En plena adolescencia me gustaba más ir a misa que a la discoteca.Ese camino evidentemente también ha tenido sus crisis y su evolución y ahora me considero una persona muy espiritual pero nada religiosa,supongo que como muchos de vosotros.
En definitiva, a pesar de ahora me siento completamente integrada en mi vida,por mi manera de interpretar y enfocarlo todo sigo teniendo la sensación de tener alguna "pieza" distinta y creo que una de mis grandes lecciones de vida ha sido ,justamente, la de aprender a integrarme CON esa pieza.
Un abrazo