Meditación
Resumen de Meditación
La meditación nos ayuda a conectar con nuestro interior, a desarrollar determinadas capacidades personales que nos permiten discernir con mayor claridad y calma, nuestra percepción de la realidad. Nos ayuda, por tanto, a observar de forma consciente y desde otros ángulos y a establecer una visión más profunda de la realidad.
Es por todo esto, que la meditación nos aporta claridad para construir nuestra realidad deseable, nuestro proyecto de vida basado en la auto-consciencia. Y además nos ayuda de forma muy eficaz a liberar la tensión y las emociones reprimidas.
Existen 3 grandes tipos de meditación:
- la meditación estática,
- la meditación en movimiento,
- la meditación dinámica, que combina las dos anteriores.
Meditación en detalle
¿Qué es la meditación?
La meditación es un acto que ocurre en nuestra mente. Lleva a un estado esencial donde se genera un silencio consciente en nuestro interior, el cual nos permite activar y magnificar nuestros sentidos, para observar de manera más nítida y transparente la realidad que ocurre a nuestro alrededor y en nuestro interior.
En el acto de meditar, la cháchara mental desaparece y se calma nuestra tensión, permitiéndonos discernir desde un espacio de mayor claridad y sosiego, surgiendo nuevas perspectivas de la realidad antes no observables desde nuestra mirada tradicional, y es esa nueva observación la que nos permite establecer una coherencia ecológica y más profunda sobre la realidad.
¿Qué nos aporta la meditación?
En consecuencia, la meditación nos ayuda a establecer una conexión con nuestro interior, y ello nos facilita desarrollar nuestras capacidades personales, que junto con una inteligencia de comprensión de nosotros mismos y de nuestro entorno, nos proporciona un sentido más completo sobre quienes somos, para qué vivimos y el sentido más profundo de las situaciones cotidianas de la vida.
En nuestro día a día actual, es habitual atender a la realidad de forma rápida e inmediata, corremos en direcciones dispares y reaccionamos ante las situaciones que surgen en ellas a una velocidad de vértigo. Nuestro sistema social basado en la economía nos lleva a adquirir responsabilidades y dependencia, hacia una planificación y acción continua, convirtiendo nuestra vivencia en un ritmo vertiginoso. Hay personas que acaban corriendo alocadamente sin reconocer el sentido profundo en aquello que realizan, perdiendo el contacto con nuestra esencia interior, con nuestros verdaderos deseos, y con sentir el estilo de vida que va con nuestra esencia personal, al tiempo que nuestras capacidades interiores de auto-observación, auto-regulación y auto-transformación quedan en el olvido. Estas capacidades quedan latentes a espera de volver a ser reconocidas, y a través de la meditación vuelves a conectar con ellas.
Meditar nos aporta hacer una parada en el propio presente, ralentizar nuestro ritmo de acción, para establecer una observación consciente sobre los detalles que están existiendo en la realidad que nos habita y rodea. Ello nos facilita una mejor comprensión de nosotros dentro de las situaciones exteriores, convirtiéndonos en testigos profundos de la realidad ocurrente.
Al mismo tiempo, para otras personas el ritmo de vida se ralentiza, se ven estancadas en espera de un cambio y mejora en su calidad de vida, manteniéndose en el deseo y expectativa de que un día llegará por sí mismo. En ocasiones desarrollan una confianza espiritual, y en otras cuando dan un paso hacia la acción, comienzan a correr desconectados de ellos mismos, y más habitual, sienten miedo en ese avance y retornan a su zona de confort a continuar esperando que se abra otro espacio de expansión.
Con la meditación conectamos con lo esencial de nosotros mismos, con esas respuestas más viscerales que van con nuestra propia naturaleza individual, y es una capacidad natural obtenerlas, y para ello meditar nos ayuda a reducir el exceso de información que disponemos, interpretamos constantemente la vida, en lugar de sumergirnos en ella, sentirla y estar presentes con ella.
A quienes van corriendo les ayuda a parar su ritmo, pues al correr en la acción lo mismo está ocurriendo en nuestro interior, nuestra mente corre internamente. Ralentizar el proceso mental convirtiendo los pensamientos en una especie de película de cine, donde puedes sentarte en tu sillón y observar cómo pasan las imágenes, una a una, sintiendo sensación a sensación, impregnándote de ellas. A quienes están parados, la meditación les activa una comprensión en un plano superior, generando un espacio de consciencia más allá de la mera interpretación, la cual le lleva a observar las limitaciones que realmente impiden avanzar hacia donde se desea, permitiendo observar las áreas de mejora, y activar un paso firme hacia la acción consciente en pro de construir la propia realidad deseable.
Esta alineación interior que produce el espacio meditativo entre lo interior y lo exterior, permite desarrollar un mirada clara sobre los próximos pasos a dar hacia lo exterior de ti misma, y un regalo inmenso hacia reconectar con tu interior personal.
Es común creer que el descanso vendrá un día cuando se acabe el exceso de acción que llevamos, sin embargo surge de la reconexión con tu interior, pues es ahí donde somos capaces de equilibrarnos. En el lado opuesto, aquellas personas que buscan activarse, suelen creer que está dentro el camino, y es en el exterior donde se encuentra su solución, en la osadía y fortaleza que surge del atrevimiento de vivir experiencias a través de lo externo. No saben que expresar su interior es su liberación y que jamás perderán la conexión vital que sienten de si mismos.
Por tanto la meditación, aporta una claridad para construir la realidad deseable, una visión personal de cómo sería el mundo que desean tener a su alrededor, un proyecto de vida basado en la auto-consciencia, y una acción alineada con la naturaleza y esencia personal.
Otro de los beneficios que la meditación nos ofrece, es liberar la tensión. Sentimos las emociones y en la cultura occidental es habitual encontrar una represión de las mismas. Algunas emociones son tabú, como el miedo, cuando de pequeños nos dirigían hacia la necesidad de ser fuertes, llevándonos a perder la conexión con la cualidad de sentirnos vulnerables y por tanto generar otro miedo, el de aceptar nuestra propia vulnerabilidad, separándonos en la relación con otras personas.
La Ira es reprimida cuando socialmente está mal visto enfadarse, y la persona pierde el contacto con una energía que pertenece a su poder personal interior que le permite enfrentarse a las situaciones que quiere lograr, poner límites y expresar aquello que quiere decir. Cuando somos inconscientes de nosotros mismos, la ira es la expresión de que hay algo en nuestro interior que siente tensión, perdiendo nuestro poder personal al expresarla. Tomar consciencia de qué nos ocurre a nosotros mismos a través de la meditación, obtenemos el aprendizaje de que está en nuestra mano dependiendo de nosotros mismos gestionar esa energía. Cuando desaparece la tensión, esa energía se queda en nosotros en forma de resolución. Si observas la energía de la resolución en tu interior, te dará fuerza.
Nuestro cuerpo se convierte en el reflejo de la relación que mantiene el mundo emocional y mental, recibiendo sus desajustes. A través de la meditación mejoramos nuestra relación interior y exterior, pues nos ofrece la claridad mental suficiente para que nuestras emociones se alineen con nuestra forma de pensar, desarrollando una consciencia integral en las dimensiones internas, personales y vínculo afectivo externo.
Otro beneficio proveniente del desarrollo de una mente meditativa, es la observación de la realidad. Como he indicado, con la meditación accedemos a observar con mayor transparencia lo que ocurre en la propia realidad. El concepto es como el ejemplo de las capas de una cebolla. Quitas una primera capa y aparece otra debajo, y sucesivamente van apareciendo nuevas capas más profundas. Con la realidad sucede lo mismo. Si nos paramos a mirar en un estado meditativo, obtendremos más información de ese lugar y situación que observemos. Probémoslo.
Cómo comenzar a meditar
Práctica meditativa dinámica:
A continuación propongo una práctica para iniciarnos en la meditación.
- Elige un lugar donde sentarte, por ejemplo un parque, o simplemente la próxima vez en la que te encuentres sentado en una silla. También puedes realizarla en este mismo momento.
- Cierra los ojos durante un minuto al menos.
- Abre los ojos y haz una mirada circular a tu alrededor.
- A continuación ciérralos y piensa acerca de lo observado, repasa en tu mente la lista de elementos que has observado. Una vez terminado, mantén un silencio de un minuto, no pienses, simplemente déjate estar.
- Vuelve a abrir los ojos y en esta ocasión haz una mirada circular más lenta, ralentiza mientras te giras observando a tu alrededor. Déjate llevar, fúndete con el entorno.
- Cierra los ojos y en unos instantes, haz una lista de Nuevos elementos que has observado. Una vez terminada, compara las dos listas, e incorpora la lista primera a estos elementos nuevos.
- Dedica unos instantes a recoger la experiencia. Con los ojos cerrados deduce y observa lo que has experimentado. ¿Qué significa esta experiencia? ¿Qué capacidad se ha activado en tu interior? ¿para qué te servirá este recurso?
Has profundizado en la realidad existente a tu alrededor, y si vuelves a hacer el mismo ejercicio, podrás continuar sumando elementos a la realidad, hasta el más sutil detalle aparecerá para ti.
Esta es una clave en la comprensión sobre qué es la meditación, Observar no es Interpretar. Vivimos a un ritmo tan frenético que interpretamos desde el primer instante. Observar es permitirte estar ahí más tiempo incorporando elementos que están ocurriendo ante ti, y es entonces, llegado el momento, cuando pasamos a interpretar sobre aquello que hemos observado. Con la suma de los elementos observados, aplicamos una coherencia más ecológica, natural y real.
Una pregunta que puede sugerir sobre este concepto sería: "Entonces, si no observamos la realidad verdadera, ¿qué observamos cuando interpretamos desde el primer momento?"
Por desgracia la respuesta es que observamos nuestra cháchara mental.
Ello supone aceptar que existen varios tipos de observaciones sobre la realidad:
- Una Observación Social, que vivimos internamente, basada en los criterios trasladados de unos a otros, de padres a hijos, de tradiciones y generaciones anteriores a las siguientes, donde se han ido sumando nuevos elementos para todos por igual.
- Una Observación Individual, que vivimos internamente y que nos ayuda a describir aquello que creemos está ocurriendo, pero que en realidad forja nuestro carácter y nuestra propia visión individual del mundo.
- Una Observación Real, donde no es necesario interpretar, donde simplemente es conectar y desconectar de aquello que ocurre en la realidad, adquiriendo la cualidad de convertirte en testigo de la belleza de la existencia y de la vida que habita a nuestro alrededor. Esta observación está fuera de nuestra mente. Recoge la información fuera de nuestra mente para mostrarnos la cualidad real de los elementos que existen en el exterior, y ello nos puede decir algo de nosotros mismos y hacernos sentir como espejo de la existencia que ocurre en la vida más allá de nuestra mente.
Todos estos tipos de observación sobre la realidad nos empoderan y el quedarnos a vivir en una de ellas nos genera conflicto y a la larga desánimo. Cuando desarrollamos hacia las tres formas de observar, mejora nuestra claridad y comprensión, aprendemos sobre nuestro comportamiento individual y social, sobre las formas de actuar como ser humano, aportando un sentido profundo de nuestro Ser, de las Capacidades y sobre el propio acto de la Consciencia. Comienzas a utilizar una comprensión nítida y vivencia transparente. Por tanto la meditación nos acerca hacia un sentido común como elemento natural de comprensión más allá de la lógica.
Lo curioso, es que esta misma actividad práctica que has realizado hacia el exterior se puede realizar hacia el interior. Podemos observar el cómo hacemos las cosas en nuestro interior, el cómo funcionamos, observar nuestro comportamiento, convertirnos en testigos de nosotros mismos. Acceder a observar el cómo funcionamos, reconocer cuál es nuestra actitud, cuál es nuestra intención previa a nuestra acción, que nos permitirá conocernos mejor, tomar consciencia de nuestro Ser, y sobretodo alinearnos en nuestra forma de actuar. Nos permite transformación.
Existe un error de concepto sobre cuando creemos que ir hacia el interior encontraremos a nuestro Ser. El camino hacia el interior nos propone un reconocimiento del cómo somos más allá de quienes somos. Es aquí donde nos reconocemos como seres infinitos con la capacidad de asumir infinidad de roles, conseguir hacer todo aquello que nos propongamos y establecer los pasos necesarios para ello, forjando nuestra personalidad en base a nuestros actos y rolles, y el beneficio de que está en nuestra mano obtener el resultado deseado. Esta es la versión racional.
Entonces, la pregunta que surge es: "Si somos el cómo actuamos, ¿quiénes somos y cuál es nuestro ser?"
Una vez desarrollamos una observación dual, hacia lo externo y hacia nuestro interior, está en nuestra mano construir nuestra forma de actuar, y con ello obtener los resultados que deseamos convivan a lo largo de nuestra vida, siendo nuestro verdadero Ser una esencia, un motor interno, una fuente que nos habita e impulsa, y podemos identificarla como una cualidad especial y única en cada persona, una esencia. ¿Cuál es la tuya?.
Para quienes aún no han conectado con su interior, la frase que mejor definiría el paso hacia él, es: ¡Nuestro interior nos habla!
Meditación:
Siéntate en un lugar tranquilo, medita unos instantes, entra en silencio, estás simplemente contigo. Pregúntate: ¿Cuál es esa cualidad única en mi, esa que te llena de ti mismo, esa que te emociona, esa pasión que se te da bien, que te hace sentir a gusto contigo mismo, ¿Cuál es tu esencia personal?. Siéntela en el cuerpo y expándela por él, forma parte de ti y siempre te acompañará en cada expresión, acción, pensamiento, emoción.
Nuestra esencia personal es una sensación interna a través de la cual fluimos. Para algunos es amor, para otros vitalidad, para otros es sentir. Cuando conectas con tu vitalidad interior o tu pasión, desde ti fluye una consciencia interior que barniza aquello que haces y que observan sutilmente aquellos que se relacionan contigo.
Aquí surge el concepto de que somos una esencia que fluye a través de nosotros, y de lo que somos capaces de enterarnos es de ser testigos de cómo esa esencia fluye hacia lo externo, situando nuestro Ser en el centro, como nexo de unión entre lo irreal y lo real. A veces lo irreal para la mente es lo interno y lo real es lo externo, en otras lo irreal es lo externo y lo real lo interno. Ese centro, ese punto intermedio somos nosotros.
Una presencia consciente a cada instante, en cada lugar vuelve a surgir ese centro, nos situamos ahí y simplemente nos dejamos llevar por un baile que toma diferentes direcciones, unas veces surgen, otras las generas. En ese punto de equilibrio nos convertimos en un observador natural lleno de amor por nosotros mismos y por todo lo que existe, consciente de aquello que sucede aquí y ahora en el momento presente, más allá de cualquier rol establecido socialmente o por ti mismo. Esta es la versión espiritual.
Si logramos integrar las dos versiones, la racional y la espiritual, o viceversa, espiritual y racional, llegaremos a acercarnos a la iluminación. La iluminación no es únicamente extender la comprensión racional o desarrollar una mayor consciencia espiritual, el máximo potencial de consciencia y de comprensión ocurre, cuando somos capaces de integrar cualidades de una y de otra mientras observamos e interactuamos con el momento presente.
Así, una persona espiritual, mejora cuando desarrolla en la acción su parte racional de forma consciente, y una persona racional lo hace comenzando a vivir acciones que le llevan hacia lo espiritual. ¿Qué dirección es la tuya?.¿Qué formas de actuar puedes desarrollar para comenzar a vivirla?
La Meditación es un estado integrado que une ambos extremos, racionalidad y espiritualidad unidas en un mismo plano. Cuando estás presente observas de forma natural, con apertura a lo que surja, aceptando cualquier movimiento, como hace la hoja de un árbol, firme y a la vez frágil balanceándose por el viento, está abierta a cualquier realidad. La fragilidad sería lo espiritual, como el niño recién nacido que está descubriendo lo que su observador le muestra.
La presencia que buscamos y necesitamos hoy es la misma que tenemos cuando somos bebés recién nacidos, en esa etapa prematura de la que casi no recordamos vivencia alguna. Es nuestra mente cuando aparece más tarde la que deja de recordar lo anterior porque se llena de información nueva sobre cómo es la vida mentalmente, sin embargo la conexión con la vida ya ha ocurrido antes, en la etapa primaria, antes hemos sido pura consciencia unidos a la realidad. Por ello no se trata de volver a aprender más sobre la vida, la verdadera comprensión llega cuando conectas con la fuente interior que te habita, esa donde está toda la vivencia de la primera etapa. Incluso ahora retomamos la propia herramienta de la consciencia, para seguir conectando y aprendiendo como si fuéramos de nuevos un bebé hermoso y despierto.
El segundo factor que ocurre en el presente, es que ahora además de conectar con la observación del presente, observamos la realidad dándole un sentido sobre aquello que está surgiendo ante nosotros, sea exterior o interior, y ello nos lleva a una comprensión profunda de su significado, lo cual además nos permite a continuación establecer una acción (entraríamos en la parte racional).
Sería algo como:
Primera fase: Proceso meditativo (espiritual o meta-cuántico)
- Espiritual (confías a lo que surja).
- Observas (identificas la experiencia vivida, el detalle que la compone).
- Sentido Común (aplicas una comprensión profunda desde la lógica natural que es el sentido común, no interpretas, dejas que la respuesta aparezca desde la intuición interior).
Aquí obtienes un resultado, has generado consciencia más allá de tu mente.
Si la respuesta viene del sentido común, el resultado es universal, es una respuesta universal. Si viene de la lógica racional, has obtenido un resultado único pero que tiene un opuesto, es un resultado parcial, pues todo resultado proveniente de la lógica es un resultado dual. El acto de Aprender es universal, podrás aprender sobre cualquier detalle. Sin embargo Aprender matemáticas es concreto. ¿Dónde quieres quedarte a vivir?. Si eliges en el universal, acabas de incorporar a tu Ser una capacidad, la de aprender en cualquier contexto. Imagínate el potencial que ello te da. Si eliges el detalle concreto, te defines como especialista en algo específico. Imagínate el potencial que ello te da.
Desarrolla ambos potenciales, tienes la capacidad de ser ambos.
Nos costará pasar de uno a otro y desarrollar el contrario, si nos hemos quedado establecidos en uno de ellos como si fuera nuestro rol único de vida.
Segunda fase: Aprendizaje y acción para el desarrollo consciente (racional):
4.- Aprendizaje (has aprendido algo nuevo en esa experiencia e identificas lo que es) + 5.- Memorizas (estableces que has aprendido algo nuevo –mental, dentro de la mente-) + 6.- Acción Consciente (Eso nuevo te lleva a vivir una próxima experiencia nueva con los recursos integrados).
Con este método, podrás relacionarte con la vida desde el presente, como la hoja del árbol, estática y abierta al movimiento, como el cielo y la tierra, como la rapidez y la lentitud, algo dinámico es la capacidad de ser ambos a la vez y cuando experimentas dos aspectos complementarios o duales, está en la mano elegir la mejor opción, pues el resultado de la experiencia se convierte en los recursos que necesitas para subsistir.
Tipos de meditación
Hasta ahora hemos tomado un contacto con el concepto de meditación en movimiento, si has realizado la práctica propuesta, nos permite comenzar a trabajar la meditación en las situaciones diarias. La meditación en movimiento la recomiendo para aquellas personas que se sienten estancadas o paradas, quienes observan la vida como si estuvieran detrás de una ventana, desconectados de ella, a quienes suelen ir a un ritmo lento.
Existe un segundo tipo de meditación, la Meditación Estática. Es la meditación de la tradición, se realiza sentado en un banquito de madera, o cojín de meditación. Se basa en la quietud, adoptas una postura estable y dedicas el tiempo suficiente en la preparación de la práctica meditativa.
El tiempo de meditación óptimo es de 40 a 60 minutos. De inicio el practicante de meditación, ha de desarrollar su práctica progresivamente. Las personas noveles suelen comenzar en un centro de yoga, donde toman su primer contacto con la meditación. El fin de hacer yoga, es llegar a la meditación, así que en las clases de yoga al finalizar la sesión, se facilitan 10-15 minutos para meditar. Puede ser un buen comienzo.
Para quienes quieren iniciarse en la meditación de forma individual, pueden practicar por si mismos de forma progresiva. A continuación detallo una serie de recursos para la iniciación.
Iniciarse en la Meditación Estática:
Este tipo de meditación la recomiendo para aquellas personas que viven estresadas y llevan su día a día con rapidez y a un ritmo vertiginoso.
- Promover el Silencio: El silencio es la base de la meditación estática. Para practicarlo, una propuesta sería comenzar a incluir silencios en nuestra conversación. En una comida puede ser un buen momento para mantener silencio. Si estas acostumbrado a hablar continuamente, sabrás que has llegado a dominar el silencio, cuando en él, te des cuenta de que el otro habla e inicia un nuevo hilo conductor en la conversación. Llegado este momento, continúa ese nuevo hilo conductor, aunque te pierdas, no importa, déjate estar y observa qué sientes tras la experiencia.
- Sentarse a meditar: Buscar un espacio tranquilo, puede ser un paisaje, una habitación con luz, el patio de casa, un lugar donde no haya movimiento. La propuesta es coger una silla, o un cojín, y sentarse recto, apoyando la espalda en la silla, relajado pero no tumbado o flojo, que exista una energía que sostiene pero no forzada. Es un punto intermedio. Simplemente déjate estar, trata de parar la radio mental, simplemente observa, mira el horizonte, los objetivos y trata de no ponerle etiqueta, es como mantener vacía esa experiencia, y no te preocupes, pues cuando observamos meditativamente, lo que ocurre se impregna en nosotros, te darás cuenta más tarde de ello. Es por ello recomendable comenzar en un centro de yoga o de meditación.
- Visualización: Puedes buscar una grabación de alguna meditación bella, con música o una voz suave en el locutor, suelen trasmitir mensajes que centrado en ti mismo en la meditación estática te facilita relajar tu mente. Puedes poner sonido mientras meditas. Busca una música que te guste, tranquila, de sonidos de ríos, agua, fuente, bosques, pájaros... que no sea estridente o desentone con la finalidad de generar un espacio de calma y sosiego.
- Detalle de la practica: Trata de establecer un silencio y calma en tu mente, como mucho observar un pensamiento que pasa por ella, simplemente identificarlo y mantener ese vacío de silencio, deja que el pensamiento se vaya, desidentificate de el, observa el silencio que va apareciendo en tu mente, y observa otro nuevo pensamiento que aparezca, inicia el proceso, déjalo pasar, observa el silencio, y así sucesivamente.
- Aplicaciones de meditación: Existe aplicaciones para móviles que te permiten poner un cronometro, y que incluyen músicas diversas para meditar. En el Iphone recomiendo una que se llama Meditation. Coloca el cronómetro y comienza tu práctica. Mientras la realizas mantente en la estática,
- Inconvenientes habituales: el dolor de piernas puede aparecer y la desesperanza suelen ser habituales, no es bueno llegar a los extremos ni tener prisas para llegar, recuerda que el camino es progresivo, y buscamos la estática, el silencio. Cuando aparecen estas situaciones que generan tensión emocional, nuestra radio o pensamientos comienzan a correr, por tanto realiza tu práctica progresivamente, y sé consciente de que la autoregulación es un recurso natural y necesario.
Iniciarse en la Meditación en Movimiento
Para meditar en movimiento, utilizamos el discernimiento.
- Identificar lo nuevo: Mientras estás activa en tus situaciones cotidianas, busca identificar sutilmente los elementos que estén en movimiento, e identifícalos, ponle una etiqueta. Adquiere una mirada desenfocada, es ahí donde comienzas a meditar con el movimiento, ampliando tu mirada.
- Dejar pasar: Es importante que ese movimiento que observas, pase, para que puedas continuar a observar el siguiente movimiento. Si ves un pájaro, puedes volver a mirarlo, es como observar conscientemente fotogramas de una escena o video, estar presentes en una película constante que cambia y no sabes que será lo próximo en aparecer.
- Desarrolla tu intuición: Observa ese objeto o elemento del lugar que está en movimiento, y sumérgete en él, como si fueras él o ella, y trata de serlo, como si miraras por esos ojos, como si tu cuerpo se moviera igual que ello. Si es una roca estática, sitúate en ella, como si fueras ella, y mantente mirando desde ella. Si una persona anda junto a ella, siente desde ese lugar como estaría viendo a esa persona pasar por su lado. Si es una paloma volando entre los árboles, siente que está experimentando ella en ese instante. Siente la sensación que está sintiendo ella misma volando, siéntela como si tu misma estuvieras en ella volando. Esta es una práctica maravillosa.
- Pasar a la acción: Acelera tu ritmo, muévete más deprisa, actívate en tus pensamientos, deja que corran más de lo que ya lo hacen, mueve tu cuerpo, que tus movimientos sean más rápido, busca incrementar tu paso un 10% y así sucesivamente, que suba tu energía un 10%. Olvida sobre lo que te dicen tus pensamientos, déjalos de lado, simplemente participa en ese momento. Sal de casa y acelera tu paso un 10% durante esa mañana. Otro día establece la mañana con un incremento de energía de un 10%, y vive esa mañana desde ahí. Es posible que te canses al inicio.
- Progresión: Ahora que has vivido la experiencia de subir tu energía, de subir tu ritmo, prueba a subir otro 20%. Sal de casa por la mañana, y acelera de nuevo, establece vivir ese día con más energía, cuando converses con alguien acelera la conversación, no pienses mucho en lo que dices, simplemente di lo que piensas directamente. Es clave ir dejando lo que dicen nuestro pensamientos de lado.
- Recoger el trabajo: Recuerda que es importante sacar conclusiones sobre la experiencia que vivimos. Si te cuesta al principio, retrasa las conclusiones hasta varios días más tarde de practicarlo, hasta que vayas afianzando una sensación de cambio en tu interior. Al realizar una práctica diferente o progresiva, establece un punto de control como habito para chequear contigo misma los pasos dados y los nuevos recursos generados.
La meditación dinámica
La Meditación Dinámica, es aquella que integra la estática y la del movimiento en una sola. Practica ambas a la vez. En una situación donde exista mucho movimiento, busca lo estático en esa "fotografía" del lugar. Haz una fotografía de lo estático. En una situación donde esté estático, por ejemplo en el patio de casa, dentro de la habitación, busca identificar el movimiento. Crea un video de la experiencia.
Hay un aspecto importante a entender sobre la meditación, y es que se desarrolla a través de la constancia. Es cierto que si no somos conscientes del beneficio que nos ofrece algo, es posible que dejemos de profundizar y ser constantes en ello. Cuando aposté por el bienestar, no sabía la dimensión que ello supondría, porque no sabía hacia donde iba sin haber reconocido aún el beneficio.
Me preguntaba, ¿Cómo voy a conocer el beneficio sin vivir antes la experiencia?, y en esa incertidumbre, chequeaba constantemente detrás de cada práctica sobre si había llegado a ver algo, a sentir algo, a oír algo. Era mi exigencia y creencia de que las cosas tenían que venir de golpe y rápido. Y es así, cuando llega la consciencia de que has llegado al resultado esperado, lo hace de golpe y llena todo tu Ser, pero antes hay un proceso natural e interno. Mi aprendizaje fue que ir pasito a pasito es la llave para conseguir aquello que quieres, y para poder vivirlo así es necesario confiar en qué es posible que a mí me llegue ese don, el deseo sutil de que la vida atrae para mí.
Sin embargo para las personas que no son constantes, son necesarias dos herramientas para que el resultado se dé. La primera es Reactivar el interés por el aprendizaje, ¿de quién?, de uno mismo. ¿Quién mejor que tu para aprender algo nuevo?. Es por ello que suelen decir que no te creas lo que dicen otros, saca tu propia conclusión de aquello que te resuene en ti.
La segunda herramienta es la Confianza en uno misma, y el elemento principal es la capacidad creativa. Confiar significa reconocer que todo lo que surge de ti pertenece a la vida y merece la pena ser expresado, y que todo aquello que ocurre en ella y te impacta, te pertenece a ti observarlo, sentirlo y vivirlo. Las ideas que vienen de tu intuición, si las desarrollas podrás establecer un plan para construirlas y hacerlas realidad. Ese interés en aportar y compartir lo que tus capacidades definen y desarrollan, es parte del camino, y te ayudará a mantenerte constante. Cuando algo te gusta y te sientes identificado con ello, no te cuesta participar en ello. ¿a quién no le gusta hacer aquello que le gusta?
Resumiendo y estableciendo fórmulas
Como cierre a este articulo, establezco dos fórmulas:
Meditación Dinámica = Meditación Estática + Meditación en Movimiento.
Cuando estás presente, es como ver la realidad en 3D (tres dimensiones). Cuando observas un cuadro o una pintura, observas algo estático, esa sería la meditación estática. Si en ese cuadro las figuras, colores o algunos de sus elementos cobran movimiento por ese escenario, estaríamos hablando de meditación en movimiento. Estás en el lugar, presente y observas nuevos elementos que aparecen, se mueven y desaparecen, sientes la sensación interior del movimiento, no ha habido interpretación, directamente nos hemos fundido en el movimiento como si fuera parte de nosotros y nosotros de él.
Le llamamos meditación dinámica, cuando en el mismo cuadro se están dando las dos, y tú te conviertes en el observador en "3D" del instante en ese escenario del momento presente. Meditar dinámicamente sería como el video de la vida, que recoge lo que está ocurriendo. Tú eres el observador – la cámara de video, y el movimiento lo genera el propio impulso de tu esencia interior. La realidad sería el paisaje grabado. Has sido consciente en ese instante y continúas hacia el siguiente escenario de la vida y de tu vida.
Meditar estático, sería hacer una fotografía de ese cuadro o pintura, y mantenerse en ella de forma estática, sin impulso. Estas en lo más básico, parado mental, emocional y corporalmente, y todo está ocurriendo, pero solo queda activo un elemento en ti, la consciencia, que se dedica a hacer fotografías, abre el obturador y lo mantiene abierto para que todo lo que está ocurriendo impregne el negativo de la fotografía. Lo que cambia entre una cámara de fotos y el ser humano, es que la impregnación es en color, no se impregna en un negativo en nuestro cerebro, en él la vida se impregna en color. Ahora observas en tu papel fotográfico interior lo observado, y te llega dentro, estás dispuesto a vivirlo, y sientes esa vivencia en tu cuerpo, emoción y pensamientos.
Así meditar sería poner el "on" en la secuencia de fotografías del ordenador, que las reproduce con un intervalo de tiempo determinado. En este caso no las conoces, cada instante se impregna en tu interior. Estar presente es mantener abierto el obturador por tiempo indefinido, pero como toda cámara necesita descansar. La meditación estática te regenera desde lo sutil, la meditación del movimiento te activa. Buscamos equilibrarnos y cada uno elegimos una dirección. Los que hacen deporte buscan ese equilibrio interior y lo consiguen generando energía. Los que buscan sosiego en la montaña, buscan soltar energía.
Cuando buscas generar energía, tu mente suele estar silenciosa, y tienes desarrollada la intuición (aún eres inconsciente de ello). Puedes activar tus pensamientos para construir algo tuyo que aportar al mundo.
Cuando buscas soltar energía, tu mente suele estar ajetreada y procesando muy rápido, y tienes desarrollada la racionalidad (aún eres inconsciente de ello). Puedes conectar con tu intuición y confiar en ella.
La búsqueda del ser humano es encontrar nuestro equilibrio.
Algunos elementos y conclusiones
- El acto de la meditación, ocurre cuando nuestra mente está en equilibrio, no ocurre si está desequilibrada.
- Los elementos que forman parte de ese equilibrio son: Disponer de una comprensión clara, una aceptación del presente y estar alineado con nuestro propio sentido común.
- Cuando la mente está ajetreada, solemos estar en un hábito de correr, en un mundo inmediato. Valoramos lo urgente en lugar de lo necesario. Nos olvidamos de conectar con lo que realmente queremos, y evitamos así construir un punto intermedio o la transformación de la situación o de nosotros.
- El aprendizaje nos activa el interés en conocernos mejor.
- Conectar con el interior, significa establecer una conexión con la experiencia, como huella de la realidad cuando fuimos testigos de aquello que ocurrió.
- La realidad podemos observarla o interpretarla.
- Nuestros sentidos captan el instante, y si conectamos con ellos, podremos expresarnos de forma natural, sin una mente controladora. Lo sutil se mueve desde lo sutil. (frase de Albert Talant).
- Integrar cuerpo, mente, emoción y espíritu, es el paso necesario para dejar de lado una mente dispersa, simplemente está dispersa por el hecho de que existe demasiada información en nuestra memoria, adquirida o copiada. Hemos copiado las frases de otras personas sin copiar la experiencia, porque hemos dejado de sentir al otro. Si sientes lo que el otro dice, integras aprendizaje, si escuchas algo del otro y te resuena integras experiencia y aprendizaje, si vives tu experiencia con lo que dice el otro, consigues crecer por ti mismo.
- El silencio como medio donde la realidad surge ante nosotros. Cuando te mantengas en el silencio, y esperes el tiempo suficiente como para descubrir que en él surgen elementos como otras conversaciones, sonidos, vivencias, habrás dominado el silencio. En la próxima conversación que mantengas, puedes mantener el silencio y esperar, confíar en que no sabrás que va a ocurrir, y justo entonces observa qué ocurre con tu silencio generado.
- Pon en cuarentena tus deducciones sobre lo que está ocurriendo. Pasa a observar qué más aparece en la realidad. Podemos observar una situación desde diferentes perspectivas. Diferencia sobre algunas posibles comparándola con la tuya previa, en lugar de barnizar la realidad con tus versiones previamente.
- ¿Qué necesitas para comenzar a meditar? Los centros de yoga, son recomendables de inicio, pues el trabajo corporal preparatorio para la meditación es potente y necesario, al menos al inicio.
Información complementaria sobre Meditación
Puedes obtener más información sobre Meditación visitando:
Humberto Varas Bofill es Máster Coach Integral y PCC por ICF. Es co-fundador de la Escuela Española de Coaching Integral y presidente de la Asociación Española de Coaaching A.D.E. Coaching. Es conferenciante y autor de varios libros sobre coaching.