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El Taichi (Tàijíquán, 太极拳) y el Chikung (Qì Gōng, 氣功) son prácticas milenarias, dentro del marco de la Cultura y la Medicina Tradicional China, consistentes en movimientos suaves y armoniosos, en combinación con la respiración y la intención, lo que permite el desarrollo de la relajación activa, la concentración mental, la coordinación y el desarrollo de una respiración consciente y profunda.
La práctica correcta del Taichi y/o el Chikung nos pueden reportar los siguientes beneficios:
El término «Quiromasaje» proviene de la unión de las palabras griegas χειρός (quirós, mano) y μασάζ (masáz, masaje). Por tanto, hablamos del conjunto de manipulaciones manuales que se practican en una parte o la totalidad del cuerpo para provocar en el organismo un conjunto de reacciones, directas o reflejas, con efectos higiénicos, terapéuticos o estéticos.
Fue introducido en España por el Dr. Vicente Lino (1893-1981), fundador de la primera escuela de Quiromasaje del país en Barcelona. El Dr. Lino estudió Naturopatía en EEUU y Suiza, donde se formó en Masaje Tradicional Europeo con Pehr Henrik Ling (1776-1839), experto en anatomía y fisiología humana, quien dedicó su vida a mejorar la salud y calidad de vida de las personas a través de la actividad física, ejercicios de 'higiene postural' y las técnicas manuales. Ling importó de China diversas técnicas de masaje que derivarían, posteriormente, en lo que hoy conocemos como Quiromasaje.
Con el tiempo la formación del quiromasajista(*) ha sido cada vez más científico-médica, dejando atrás el uso exclusivo de las maniobras clásicas del masaje sueco e integrando otras técnicas: masaje deportivo, masaje oriental, reflexología facial, reflexología podal y manual, digitopuntura, masaje sensitivo, Cyriax, técnicas de inhibición, técnica de Jones, puntos gatillo, técnica R.P.R, técnicas fasciales, miotensivas y miofasciales profundas, métodos específicos de exploración, tratamientos de tejidos blandos y kinesioterapia, entre otras muchas.
El masaje está contraindicado en determinados casos, como trombosis, bursitis, hemofilia, quemaduras, estados febriles, cálculos, tumores, osteoporosis, inflamaciones, luxaciones, ..., entre otros. Por tanto, es importante contactar con un profesional cualificado.
(*) El quiromasajista no es fisioterapeuta. Por tanto, legalmente no puede hacer tratamientos ni trabajar sobre lesiones.