Para trabajar presencialmente utilizo la zoofarmacognosis aplicada y más concretamente dentro de ella, la psico aromateria. Los aceites esenciales son mi principal herramienta, pero también uso más remedios, todos ellos enfocados en la liberación de bloqueos emocionales y siempre teniendo muy presente el pilar fundamental de esta técnica, que es dejar la elección al animal en todo momento.
La palabra zoofarmacognosis tiene su origen en el griego antiguo: zoo, animal; farma, remedio; gnosis, saber o conocimiento. Es la rama de la zoología que estudia a los animales salvajes, observando cómo se automedican y dosifican.
Esta terapia consiste en ofrecerle al animal los remedios naturales que de forma instintiva utilizaría si viviera en libertad, dejando que sea el mismo quien seleccione el remedio, la cantidad y la forma en la que lo quiere.
Las sustancias que se utilizan son los aceites esenciales, aceites vegetales, macerados, remedios herbales secos, arcillas e hidrolatos.
Los animales tienen su olfato muy desarrollado, dependiendo en gran medida de él para su supervivencia, ya que los guía hacia su comida, crías, medicina...Al inhalar una fragancia, la información de transmite desde el bulbo olfativo hasta el sistema límbico, que es una de las partes más antiguas del cerebro y está ligado con los instintos y emociones. Todo queda registrado en este centro emocional como si de un disco duro se tratara, por lo que cuando las moléculas aromáticas llegan a esta parte del cerebro, este empieza a segregar sustancias químicas que tienen un efecto sobre el sistema nervioso, relajándolo o activándolo. Estas moléculas son analizadas por los centros de memoria, pudiendo desencadenar en un recuerdo reciente o antiguo, positivo o negativo. Una fragancia tiene el poder de trasportarnos a otro lugar en el tiempo.
Los aceites esenciales son los componentes líquidos altamente odoríferos de las plantas, árboles y hierbas, teniendo cada uno su propio aroma y propiedades. No solo producen efectos en el sistema nervioso, sino también a nivel físico.
Este método es de gran ayuda en problemas de comportamiento derivados de experiencias traumáticas, como miedo, inseguridad, tímidez, agresividad, ansiedad, fobia, trauma y otras, así como en animales senior y en casos en los que se esté pasando por un proceso y/o tratamiento de enfermedades crónicas, terminales o dolor, facilitando la identificación de las causas al ser el animal quién nos guía en todo momento hacia lo que realmente necesita.
La consulta se realizará en el lugar donde se encuentre el animal. Me desplazo dentro de la provincia de Pontevedra (hasta 30km desde Nigrán). Ese mismo día llevaré un cuestionario para cubrir y así poder tener los mayores datos posibles del animal antes de empezar con la sesión. La duración es muy variable, pudiendo llegar a ser hasta 2 horas o más. Todo depende de como se encuentre el animal, que es quien marcará el ritmo. La sesión debe realizarse en un espacio tranquilo, sin ruido ni distracciones. Hay que tener esto en cuenta para concertar la cita, así como que después de la misma el animal deberá poder descansar.
El pago se realizará el mismo día de la sesión.
Algo que suelo recalcar siempre, es que nunca sustituyas el tratamiento médico cuando es necesario: Esta técnica es un complemento muy bueno, pero no reemplaza la atención veterinaria cuando es necesaria.
Por ejemplo, si observas que el animal cambia de comportamiento sin causa aparente (un cambio de domicilio, compañeros nuevos, fallecimientos...), siempre debes llevarlo primero al veterinario para descartar posibles patologías, ya que muchas veces los cambios repentinos de actitud están causados por problemas físicos.
Para concertar cita o resolver dudas, no dudes en escribirme.