He vivido unos años en Asia, y durante este tiempo he visto como la gente se preocupa por su salud tanto como puede. Allí es donde aprendí a hacer masajes.
En Europa dejamos poco espacio a los masajes, como si fueran algo insignificante. Los masajes, sin embargo, tienen la propiedad de equilibrar nuestras energías, quitándolas en aquellas partes del cuerpo donde hay demasiadas y aumentándolas en aquellas partes donde escasean.
Si tienes problemas para caminar o no tienes transporte o simplemente eres una persona perezosa, puedes enviarme un correo electrónico y podemos llegar a un acuerdo. Si puedo, iré yo.