Toda existencia tiene algo que expresar, buscando una forma que le acerque al equilibrio, como una planta que crece hacia la luz. Si encuentra bloqueos, se expresará de formas disonantes, se torcerá buscando el sol, pero sin estabilidad.
Es a través de nosotros mismos que podemos hacer un proceso de "darnos cuenta" de lo que la sabiduría de nuestro cuerpo y emociones nos piden. Y es a través del vínculo con nuestros animales que también podemos entender si estamos escuchando nuestro interior para saber comprenderlos y comprendernos.
Conectar con otros idiomas universales nos permite identificar aquello que la vida trata de decirnos. Una familia multiespécie es un sistema, y nuestras emociones se reflejan en sus conductas. Un mejor vínculo con ellos estabiliza sus conductas y favorece un gran viaje de autoconocimiento, empatía y comprensión hacia nuestro vínculo interior.