El reiki es la terapia con la que finalmente he decidido centrar mi práctica terapéutica, por sus impresionantes efectos, siempre positivos y nunca perjudiciales. El reiki es algo mágico que nos conecta con la otra persona, y que funciona exclusivamente cuando el amor está presente.
A lo largo de todos estos años, he prescindido de otras técnicas complementarias (yuen, thetahealing, flores...) para hacer del reiki el centro de mi práctica. La energía siempre es generosa y actúa en los planos mental, emocional y físico.
Cientos de pacientes han podido comprobar estos efectos.
Es también, como muchos iniciados en reiki saben, un método de crecimiento personal que el terapeuta va desarrollando a la par de sus pacientes, que más que pacientes se convierten en sus maestros. ¡Hay que vivirlo!.