El estrés es la gran epidemia de nuestra sociedad. El estrés crónico y el estrés traumático dan lugar a múltiples patologías entre las que encontramos diferentes trastornos de ansiedad, depresión, trastornos disociativos... pero también muchas patologías físicas que son consecuencia de una respuesta de estrés desajustada: problemas de piel, dolores musculoesqueléticos y de cabeza, problemas digestivos, etc. etc. El estrés patológico también es un factor de riesgo para la mayoría de las enfermedades graves: cáncer, infarto, demencia, etc.
Considero fundamental dotar a las personas de herramientas para gestionar mejor el estrés diario que, de otra manera, se va acumulando y, con el tiempo, dando lugar a patologías. Pero también es clave sanar los traumas del pasado, esas situaciones especialmente dolorosas que nos superaron y parte de cuyo sufrimiento arrastramos sin fin. Asi mismo, es muy importante abordar también el estrés existencial, esa distancia entre nuestra esencia personal y nuestra actualidad, que puede generar gran tensión y desgaste, sumándose a los otros factores ya comentados.
Para alcanzar estos fines, utilizo un gran conjunto de técnicas que he ido aprendiendo con los años, integrándolas de una manera personal y orientada a una mejoría generalizada de la persona, de manera que pueda dejar atrás esos traumas, gestionar adecuadamente el estrés del presente y acercarse progresivamente a su verdadero ser.
Algunas de las técnicas que más utilizo son: la Coherencia Cardiaca y el Biofeedback HRV, EMDR, TIC, TFT, ICV, CNV...