Empecé a formarme como reikidoka en la Federación Europea de Reiki por puro crecimiento personal. Con el tiempo y mucha práctica conseguí sanar aquellos aspectos de mi vida que no me dejaban ser feliz. Reiki fué para mi un gran descubrimiento y con el tiempo me dí cuenta de que algo tan maravilloso y tan a nuestro alcance podía ayudar también a otras personas que, como yo en su día, se sienten perdidas, tristes o incapaces de avanzar.
Aunque sigo formándome de forma permanente no sólo como reikidoka sino como terapeuta en otro tipo de terapias, siento que es momento de ayudar a los demás. Ofrezco sesiones terapéuticas de reiki de 1 hora de duración en la que, tras lo que llamamos "escáner", puedo ayudar a mejorar dolencias físicas y emocionales.
Atiendo en consulta propia y en horarios flexibles.