Por la misma razón por la que el arte nos permite auto cuestionarnos y no redefine como personas. El arte siempre me ha proporcionado una forma de acceso a las personas y me ha facilitado un puente al inconsciente como forma de acceso al conocimiento de mis miedos, dificultades, anhelos o deseos. Ha sido un auto acompañamiento y un soporte para el proceso de autoconocimiento de las personas con las que he podido trabajar.
Las sesiones pueden ser individuales o grupales. esto se define mediante una entrevista con la persona para exponer el plan de trabajo de acuerdo a sus necesidades. las sesiones normalmente son de una hora, hora y media para grupos.
El espacio del Arteterapia es un lugar donde se da una relación de tres: paciente, obra y terapeuta. esta relación varía, a veces se trabaja más sobre la obra o en ocasiones se enfoca en la relación terapeuta, paciente.
Acompañar, observar, sostener, estar alerta, escuchar, enfocar o hacer las preguntas adecuadas. estos son algunos de los cometidos de un Arteterapeuta durante una sesión de Arteterapia, y es que acompañar adecuadamente el proceso de creación de otra persona requiere tener la suficiente capacidad de adaptación a cada momento, estando siempre atento a qué es lo que está sucediendo, cómo, en qué orden, sin dejar de prestar atención a nuestra propia voz que en muchas ocasiones trata de adueñarse de la voz del usuario.
El trabajo de un Arteterapeuta es facilitar al paciente los materiales artísticos para que cree. estos materiales pueden ser muy diversos; desde los más conocidos hasta otros materiales que puedan ayudar al paciente a respetar su proceso creativo, como puede ser madera, abalorios, telas, juegos, material de ferretería, escayola, líquidos de colores, juguetes, música, cuentos, y en mi caso la caja de arena… durante el proceso creador debemos estar atentos para ver como se expresa el paciente, que dificultades o que habilidades despliega, que preguntas surgen, observamos el estado de ánimo, el gesto, la postura corporal, la posición de los elementos, el lugar que escoge para elaborar, las ansiedades que despierte, etc. durante o después de realizar la obra puede darse una reflexión sobre la misma. en este momento se produce lo que denominamos relación terapéutica triangular: paciente, obra, terapeuta. el paciente no es interpelado, sino que la obra hablará por él. trabajamos desde el punto de vista de la simbología y la metáfora subyacente. la sesiones se documentan de forma gráfica. se supervisan para poder acceder a otra opinión contrastada con la nuestra.