La meditación y el mindfulness son terapias complementarias que nos ayudan sostener el equilibrio psicológico frente a dolencias como el estres, la ansiedad, las depresiones, los comportamientos compulsivos, trastornos del espectro autista, síndrome de asperger etc.
Aprender y practicar en grupo y bajo la supervision de un maestro es lo que nos garantiza la efectividad de esta práctica.