El peligro de los celos en pareja
Muchas veces se han identificado los celos como un signo de gran amor hacia tu pareja. En realidad eso no es para nada cierto y más bien corresponde con una gran falta de confianza y de inseguridad, pero no en la otra persona, sino más bien en uno mismo.
Siempre entendemos que cuando queremos a alguien o a algo tenemos miedo de perderlo. Pero el miedo es una respuesta normal hasta una situación de peligro, pero en cambio nunca aparece cuando no existe esa situación potencialmente peligrosa. Me explico, los celos serán un comportamiento normal si estoy con mi novio o novia y veo que está intentando seducir a otra persona delante de mí. Es una situación peligrosa y clara y aparece el miedo de forma normal.
Pero cuando hablamos de celos, la mayoría de los celos son lo que se llaman celos patológicos que nos hacen ver fantasmas donde no los hay y que te mantienen alerta ante cualquier situación.
Por ejemplo no es un miedo normal los celos porque mi pareja hable con alguien del sexo opuesto, o porque salga con sus amigos, o porque tenga amistades del otro sexo, o porque reciba llamadas de algún compañero o compañera de trabajo puntualmente ni nada de esto.
Lo que hay que ver ahí siempre es que si esas situaciones no son motivos de celos habituales, y yo los siento así, está claro que el problema no es mi pareja que sea una persona en la que no pueda confiar nada, sino que ahí lo que están operando son mis propios miedos.
Los motivos
La razón fundamental de los celos no tiene que ver con el otro, sino con uno mismo. La persona que sufre celos suele tener la autoestima muy baja, lo cual le hace sentir que no es bueno, que no es lo suficientemente importante, que vale muy poco. De ese modo se siente bien cuando está al lado de una persona, porque atribuye su valor a estar al lado de la persona amada, pero al mismo tiempo, tiene miedo de que la otra persona descubra que en verdad vale tan poco como realmente él o ella se siente y encuentre a cualquier otra persona más atractiva y se marche y le abandone para siempre.
Ahí es donde se crea un mecanismo de supercontrol y de hiperalerta que se convierte en algo obsesivo y que crea una gran frustracción y angustia tanto para quien los siente como para la persona a la que van dirigidos. Se pretende tener a la pareja totalmente controlada, como si de ese modo evitásemos el peligro cuando en realidad lo hace mucho más peligroso para la pareja, porque es más probable que por la tensión captada y el recorde de las libertades pueda romperse la relación.
De hecho quizá esto es algo que no se considera cuando se tienen los celos. Se cree que es muy probable la ruptura por terceras personas, pero no se considera la ruptura por los celos, que de hecho es mucho más probable que por el motivo anterior. De hecho cada vez son más las parejas que se ven separadas por los celos de uno de sus miembros, y que contribuyen de forma negativa entre ellos creando:
- Angustia, estrés y ansiedad.
- Rencores por todas las discusiones y por la limitación de las libertades del otro.
- Sentimientos de frustracción en la pareja, ya que lleva a sentirse impotente al no verse capaz de expresar de forma positiva y segura sus sentimientos ya que el celoso o celosa duda insistentemente de ellos.
- Peleas continuas por aspectos muy pequeños y sacados de contexto.
- Mentiras sin sentido por no crear más polémicas (por ejemplo las personas a las que van dirigidas los celos suelen mentir a veces sobre cosas tan sencillas como que les llamó un compañero de trabajo para que le prestase un libro que habían comentado, porque temen que ese pequeño detalle pueda conllevar otro momento de tensión con su pareja)
- Falta de confianza mutua, ya no es sólo el celoso el que no confía, sino también la otra parte que termina por no confiar en su buen carácter y continuamente se mantiene alerta ante la amenaza de bronca.
- Cansancio, agotamiento y en muchas ocasiones rupturas como decíamos.
¿Cómo solucionarlo?
Para poder solucionar el problema en cuestión, cuando hablamos de este tipo de casos donde los celos lo dominan todo y cualquier pequeño acto cotidiano puede convertirse en una pelea entre dos personas que se quieren, la solución parte de la persona que los siente así.
Para poder vencerlos, tiene que trabajar su independencia, la confianza y la seguridad en sí mismo y la autoestima por supuesto.Si se siente seguro de sí mismo se normalizarán todas las situaciones y se podrá llegar a la conviviencia positiva y normal enr dos personas que se quieren.