La fábula de las dos ranas
Permítanme que les cite una fábula que leí hace unos años, y que luego ensaye algunas conclusiones:
"Un grupo de ranas viajaba por el bosque y de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo.
Todas las demás se reunieron alrededor del hoyo y les dijeron a las dos del fondo que a los efectos prácticos se debían dar por muertas.
Las dos ranas no hicieron caso de los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas.
Las otras ranas seguían insistiendo en que sus esfuerzos serían inútiles. Finalmente una de las ranas puso atención en lo que las otras decían y se rindió. Ella se desplomó y murió.
La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible. Una vez más, la multitud de ranas le gritó que dejara de sufrir y simplemente se dispusiera a morir. Pero la rana saltó cada vez con más fuerza hasta que finalmente salió del hoyo, cuando salió, las otras ranas le preguntaron: ¿No escuchaste lo que te decíamos ?
La rana les explicó que era sorda. Ella pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más y más para salir del hoyo..."
Seguro que cada uno de ustedes ha leído de una manera distinta la fábula. Sin embargo, creo adivinar que casi todos coincidimos en no mantenernos indiferentes. Es un accidente, y puede ser mortal... de hecho el grupo lo considera así, definitivamente mortal.
Ensayando las reacciones y conclusiones:
La inacción del grupo de ranas sorprende
Únicamente hablan de aceptación, pero no son proactivas. ¿ocurre algo similar en los grupos humanos?
Cuando un grupo observa una situación de riesgo individual , ¿simplemente se reúnen alrededor del hoyo?
Hay que admitir que lamentablemente, en un elevado porcentaje, así es. Y la primera leyenda, es comprender que la acción es parte vital de nuestra vida, del amor y de la compasión.
Definimos "Compasión", como la acción que intenta evitar el sufrimiento en los seres vivos. La definimos como acción.
Y en el ejemplo, no hacen nada para salvar a sus compañeras.
La creencia, sentencia, afirmación del grupo, ¿pesa mucho sobre el individuo?
En nuestro ejemplo, las ranas parten de la base que no pueden salvarse las dos que cayeron en el hoyo, e insisten en ello. Tanto que, nunca mejor dicho, la que "presta oídos" a la creencia, a la influencia del grupo, perece, y la que no les oye y parte de su convicción de que la estaban animando, sobrevive.
La segunda rana igual está bajo la influencia del grupo, pues cree que la animan a saltar.
Este ejemplo, ¿es extrapolable a la relación entre el individuo y la sociedad?
De nuevo, coincidimos que sí. Cómo nos etiquetan, las creencias que desde pequeños absorbemos sobre lo que es posible o no, lo que está bien o no, o lo que está mal, en las figuras de nuestra personalidad, denominadas "conciencia del yo" (lo que está mal) o "ideal del yo" (lo que está bien), y los referentes socioculturales y económicos que predominan en cada época, no sólo influyen, sino que muchas veces determinan las posibilidades y forma de encarar la realidad.
Justamente, en esta segunda faceta de la fábula, se produce la oportunidad de pensar en un nuevo enfoque mental, de actitud, delante de la losa de le creencia e influencia social.
La ignorancia reside en admitir sin filtro ni contraste, lo que hemos recibido del entorno. Las cosas ni son como las enfoca la sociedad, ni como mi mente piensa de forma automática o tendenciosa, sino que tienen un componente seminal, algo que subyace al objeto (situación, persona, animal, cosa) y que es más objetivo.
Contemplar la realidad exento de la influencia, solo por lo que es o solo por lo que puedo saber qué es, quizás sea la forma mejor de tener conocimiento y tomar decisiones.
Entrenar la mente para eso, tiene pues su recompensa.
Así pues, si, como componentes de grupos, fuéramos más proactivos, y como protagonistas de nuestra realidad, menos dependientes, menos influenciables y más objetivos en la observación, puede que la conducta y bienestar mejorarán mucho.