¿Cómo reconocer una conducta adictiva?
Existen diferentes tipos de adicciones y, por tanto, diversos tipos de conductas adictivas que pueden manifestarse en un individuo. No obstante, independientemente del tipo de adicción a la que esté expuesto, hay varios síntomas y pautas de comportamiento que son similares en todas ellas.
Por lo general, solemos diferenciar entre adicciones tóxicas y no tóxicas, siendo las primeras aquellas relacionadas con la ingesta de productos nocivos para la salud y las segundas aquellas que se relacionan con una determinada conducta.
Síntomas y/o comportamientos de personas adictas
A continuación, mencionaremos los síntomas y/o comportamientos más frecuentes que aparecen en personas adictas y la repercusión que tienen en su vida diaria:
- Pérdida de control sobre el objeto de la adicción o la conducta adictiva.
- Aumenta el tiempo y la inversión que se realiza para satisfacer la adicción.
- La adicción afecta negativamente a otros aspectos de la vida cotidiana como las relaciones sociales y familiares, el ámbito laboral y económico, la salud, etc.
- La persona trata de justificar su conducta, se autoengaña y niega la existencia del problema.
- El pensamiento se distorsiona influenciado por la conducta adictiva y se crea una espiral de consumo o actos. Además, también pueden aparecer distorsiones afectivas ya que dejan de tolerarse determinadas emociones y se crean dificultades para poder identificar o interpretar los propios sentimientos.
- Se producen nuevas relaciones o hábitos estrictamente relacionados con la adicción, lo que aumenta el deseo de consumir o de llevar a cabo determinadas conductas. Además, si no se logra alcanzar aquello que es necesario para alimentar esa adicción, se pueden manifestar estados de ansiedad y estrés.
Desde el momento en el que una persona establece su primer contacto con la sustancia o la conducta susceptible de crear una adicción o dependencia, hasta que ésta se hace real implantándose en sus hábitos, se inicia un proceso que se prolongará en el tiempo de forma variable y dependiendo siempre de cada caso particular.
Este proceso, puede entenderse también como un aprendizaje negativo, en el que el entorno que rodea al paciente tiene una gran influencia.
Etapas del aprendizaje negativo
Así pues, ese aprendizaje negativo que mencionamos en el párrafo anterior, pasa por las siguientes etapas:
- El uso o puesta en marcha de una determinada conducta.
- El conocimiento de los efectos que produce la adicción en nuestro estado de ánimo.
- El resultado, tanto positivo como negativo, de complacer la adicción.
- El periodo de tiempo que pasará hasta volver a consumir o a realizar una acción determinada y determinará si se trata de una dependencia experimental, ocasional o habitual.
Una persona no se convierte en adicta de la noche a la mañana, de hecho generalmente se inician en consumo o conducta concreta debido a las vivencias o experiencias compartidas por otros. Además, el consumo o la conducta se hace mucho más frecuente cuando sirve al individuo para facilitar la manera en la que afrontar ciertas situaciones personales o sociales.
Cuantas más situaciones o necesidades se intenten manejar mediante esa sustancia o conducta, más dependencia creará en la persona y más afectará a otros aspectos importantes de su vida.