Celos obsesivos, ¿qué hacer?
Son celos cierto temor, un temor tan delgado y tan sutil, que si no fuera tan vil pudiera llamarse amor.Lope de Vega.
Con esta frase me gusta centrar el inicio de este artículo sobre los pensamientos obsesivos y los celos.
Definamos primero que es un pensamiento obsesivo o una obsesión.
Las obsesiones pueden afectar a fenómenos internos como pensamientos, fantasías, recuerdos o sensaciones. La persona obsesiva suele experimentar un enorme temor, excesivo e irracional frente a pensamientos o situaciones que en sí mismos no suelen ser tan peligrosos como para provocar una respuesta tan extrema.
El sólo pensamiento, acerca del estímulo que produce la obsesión, puede desencadenar una respuesta inmediata de ansiedad que puede manifestarse con taquicardia, sudoración, parálisis, temblores, sensación de ahogo.
Tan sólo con que la persona lo imagine o piense que va a tener que enfrentarse a él, se comienzan a manifestar los síntomas. Si, por ejemplo, una persona que ha pasado largos períodos de crisis por los pensamientos obsesivos, tanto por temas personales como familiares, con la sola idea que tendrá que acudir a una situación que le recuerdan estas situaciones de crisis, en pocos días antes ya comenzará a sentirse activada su ansiedad y su obsesión.
La vida cotidiana de la persona con obsesiones se ve afectada en sus relaciones sociales ya que producen malestar y ansiedad. La persona se halla en una permanente lucha interna por intentar adaptarse a situaciones de la vida cotidiana, pero a la vez no puede evitar sentirse activado frente a situaciones en las que puedan encontrarse con el estímulo que se la provoca.
Los celos obsesivos
En general son casos de dudas patológicas. La persona puede saber que no tiene motivos reales para dudar, pero no puede evitarlo.
En otro caso son dudas paranoides, donde la persona está segura de que su paraje la engaña y, si no lo hace, es porque no ha tenido la oportunidad, pero en cuanto la tenga, lo hará.
Qué hacen estas personas
Intentan controlar, intentan tener información, saber, intentan estar seguros y esto hace que aumente el problema.
Para ello vigilan, espían, interrogan, acusan, controlan y acosan a sus parejas.
Falta de confianza = a más control.
Vemos que por un lado está el pensamiento obsesivo, y por otro la acción de controlar.
Esta acción irrefrenable resultado del pensamiento obsesivo es una respuesta compulsiva, ello estaría dentro de los denominamos Trastornos Obsesivos Compulsivos o TOC.
Nota: Ya publiqué un extenso artículo sobre el Trastorno Obsesivo compulsivo, en este mismo portal.
Esto nos abre un nuevo paradigma para comprender su obsesión y sus acciones compulsivas. El celoso obsesivo intentará por todos los medios evitar situaciones donde su pareja este expuesta a posibles rivales. Por otro lado, pondrá en marcha la evitación mental o cognitiva (intentar no pensar o distraerse voluntariamente). Tendrá rituales o compulsiones celosas, espiar, comprobar, buscar en bolsos, bolsillos, móvil, que pueden ser también:
- Rituales conductuales o mentales, hacerse preguntas y contra preguntas sobre, donde ha estado, con quien, porque se viste así, porque hace ese recorrido, donde va, que hace cuando no la ve, etc.
- Re-aseguración, repeticiones, revisar una y otra vez lo mismo y preguntar una y otra vez lo mismo y el intento de controlar. Que puede llegar al acoso, obcecado por querer saber y tener el control de donde va y que hace su pareja.
El celoso obsesivo compulsivo
Obsesiones y compulsiones celosas, manías de control y dudas, son sólo variantes de una particular interacción entre el sujeto y la realidad, sus celos:
- La tendencia a controlar a su pareja y la realidad de donde ella este.
- Buscar controlarla cada vez mejor y, si no se consigue:
- Aumentar el esfuerzo, cámaras, localizadores, espías, etc., hasta que normalmente:
- El intento de control excesivo provoca justamente perder el control.
Cuando un individuo tiene una fijación que no consigue quitarse de la cabeza y se esfuerza en pensar en otra cosa, pero cuánto más intenta pensar en otra cosa, más mantiene la idea en la cabeza.
Pensar en no pensar, es ya pensar.
Koan de la antigua sabiduría china.
Al celoso obsesivo compulsivo, todos estos rituales de control y manías de espionajes sobre su pareja, le proporcionan un alivio momentáneo, que provoca que la persona tenga que seguir repitiéndolas para controlar sus celos; su miedo a ser engañado.
Cuando, todo este ciclo, de pensamiento de desconfianza obsesivo y actitud de control sobre su pareja se automatiza, se convierte en un ritual que no puede frenar, espiar, buscar, comprobar, acusar, interrogar, acosar todo ello de una forma ritual, está solución a su obsesión celosa el ritual de control se convierte en el verdadero problema.
Porque la persona celosa ya no puede dejar de hacer el ritual de control.
Qué hacer con estas personas celosas
Para afrontar el pensamiento obsesivo, hay que darse cuenta del bucle en el que se encuentra.
El pensamiento le produce una desconfianza, esta le empuja a los actos de control, interrogatorio y acoso celoso.
Este acoso celoso, le provoca la duda, esta duda le alimenta el pensamiento obsesivo que de nuevo le provoca la actitud compulsiva del control.
Y así cíclicamente en un bucle sin fin.
Hay una frase que me gusta utilizar para romper este bucle obsesivo, y es:
¿Si estuvieras en una isla desierta tendrías celos...? y entonces en esa situación, ¿cómo sabes que te quiere a ti...?
La siguiente: cómo romper la duda (ya publiqué en este mismo portal un artículo sobre la duda).
La duda, quizás no podamos refrenar hacernos preguntas, la mayoría de ellas infundadas, sin pruebas, pero si podemos negarnos a dar respuestas, la duda crea más sufrimiento en buscar respuestas que en generar preguntas.
Por eso la prescripción es:
Esfuérzate en dejar de buscar respuestas a preguntas infundadas.
Y ahora como contrarrestamos la actitud compulsiva o rituales de control.
Cambiaremos una actitud irracional por una racional, el primer paso de darse cuenta de la irracionalidad de la conduta controladora puede ser esta reestructuración cognitiva que utilizo en consulta:
Se que toda esta situación de celos y desconfianza hacia tu pareja te está provocando rabia, tal como tú me dices:
- A que me la va a pegar... Y por eso la controlo...
Reestructurar la rabia
Si con todo lo que controlas, le estas dando todas las pistas de donde estas, que haces, como piensas …etc. entonces lo tiene fácil para pegártela.
Reestructuración del miedo
Le estas dando todas las pistas que los otros son mejores que tú.
Tu solo haces que controlarla, con tanto control y desconfianza seguro que hay otros mejores que tú”.
La actitud de confrontación a los celos
En consulta puede venir el que sufre los celos, el acusador, o quizás el acusado la pareja que ya no puede más, o los dos juntos.
Durante el proceso se le pide a la pareja la actitud de la rendición dialectica, a sus acosos y preguntas solo le da una única respuesta, como si fuese un disco rallado:
- No sabes cuanto lamento que pienses esto...
- No sabes cuanto lamento que me digas...
- No sabes cuanto lamento que me veas así...
En una segunda fase la actitud es adivina los faroles, la pareja le dice:
- Hay momentos que se me llevan los demonios.
- Hoy me han dicho que estoy muy guapa.
Proceso de afrontación y superación de los celos
Al celoso se le prescribe:
Deja de hacer rituales de comprobación y control, y a cambio esfuérzate en aplicar a partir de hoy esta nueva normativa de toma de conciencia.
No interpretar. No juzgar. No comparar. No dramatizar. Evitar los enfados. Promover tu autoestima. Y fortalecer una seguridad afectiva en ti mismo.
Y cada mañana deséale un feliz día a tu pareja, y cada vez que salga por la puerta:
- Que te diviertas cariño.
Y pon en práctica la prescripción de afrontación de la peor fantasía.
La peor fantasia de celos
Programa la alarma a 20’ minutos de tu despertador o móvil para que te avise del tiempo transcurrido y haz el ejercicio.
Relata, escribe durante 20’ minutos, tu peor fantasía, todas tus sospechas, todos tus celos, escribe, vomita todo lo que te pasa por la cabeza durante 20’ minutos.
Luego te relajas satisfecho de plasmar tu fantasía y rompes la hoja, la haces añicos o la quemas.
Sabiendo que solo era un ejercicio mental. Y sigues tu día con normalidad, si durante el día te abordan ideas celosas, las aplazas hasta que llegue la hora de los 20’ minutos de la peor fantasía celosa, donde tendrás tiempo para desarrollarlas y saciarte con ellas. Luego te relajas satisfecho de plasmar tu fantasía y rompes la hoja, la haces añicos o la quemas.
Hazlo dos veces al día, al medio día y al final del día ideal.
Se que hacer todo esto es muy difícil para quien sufre de unos celos patológicos, por eso cada semana se van introduciendo tareas como las descritas o similares, según cada caso, tareas de aproximación y afrontación, creando un proceso terapéutico al final del cual todas estas y más prescripciones se pondrán en práctica, hasta superar la obsesión, los celos.
He intentado remarcar que el celoso es víctima de sus propios celos, y que su pensamiento obsesivo lo induce a actuar de forma compulsiva, con esa forma compulsiva de control y espionaje de su pareja, consigue un momentáneo alivio, que rápidamente es ofuscado por la duda, la cual lo hace caer de nuevo en el ciclo de pensamientos obsesivos, en los celos patológicos.
El proceso terapéutico varía mucho según la tipología y la capacidad de afrontación y superación que disponga cada individuo, en el que también hay que incluir la potenciación de su autoestima y la dependencia emocional a su pareja, sin la cual se siente totalmente hundido.
Cada caso es distinto y cada uno es un mundo, esto solo es una pincelada, una introducción de cómo afrontar y abordar el tema de los celos patológicos.
Podéis seguir leyendo más artículos míos, en este mismo portal, sobre las técnicas y terapias que aplico en consulta.