Hola de nuevo Susana.
Un tema muy recurrente en terapia, porque esto de dejar la mente en blanco es algo muy popularizado, y para mi, francamente, imposible.
La naturaleza de la mente es precisamente la contraria: llenarse, absorver, atender, crear, soñar...
Tal vez para algunos aprendices, para el inicio del camino, sea mejor otra vía, que a mi es la que me ha funcionado: tratar de reducir todos esos miles de pensamientos a uno. Es decir, tal vez no puedes vaciarla, pero sí llenarla de una sola cosa, que al final acaba también produciendo el efecto buscado con dejarla en blanco. Ya sea un Mandala, una oración, una postura, la respiración, una canción, la imagen de un santo, y un larguísimo etcétera... Casi todas las corrientes de meditación se basan inicialmente en centrar la atención en una sola cosa, como una vía que, tarde o temprano, acabará presentando a quien medita ante la encruzijada o paradoja del observador y el objeto observado. Ahí empezaría otro tramo del camino, que muchas personas en consulta ya no recorren (también soy psicólogo en Madrid), pero que hasta ese punto puede ayudar a las personas a aprender a conocerse, manejar mejor su atención y sus sentimientos, así como sus reacciones.
La meditación es para mi un complemento perfecto para la psicoterapia siempre que no te empeñes en dejar la mente en blanco, ya que puede ser muy frustrante.
Saludos!
Iñaki
Psicólogo en Madrid en Paideia