Una salud equilibrada y un estado de bienestar, en un sentido integral (cuerpo-mente), no es algo que dependa de recursos a los que podemos acudir esporádicamente ni de algunos hábitos que nos pueden aportar ciertos beneficios que anulamos con otras conductas.
La buena salud, el sentirse bien física y emocionalmente, depende de una estrategia que debe incluir diferentes hábitos y conductas saludables relacionados con la alimentación, el descanso, la relajación, el ejercicio, la adecuada gestión del estrés, de las preocupaciones y de las emociones, la manera en que nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás, etc.
Prácticas como el Hatha Yoga, el Qi Gong (Chi Kung), el Tai Chi y la Meditación o Mindfulness nos aportan técnicas de control de la respiración, ejercicios completos que movilizan todo el cuerpo e inciden en todo el organismo, técnicas de relajación y nos enseñan a relacionarnos con nuestro cuerpo y nuestra mente.
En las sesiones privadas se pueden practicar estas técnicas de diferentes maneras, centrándose en alguna en concreto o combinándolas.